Un informe del diario "El País" indicó que Keylor Navas se rehusó a ir al psicólogo y optó por aferrarse a su familia. (Foto: Getty Images)
Un informe del diario "El País" indicó que Keylor Navas se rehusó a ir al psicólogo y optó por aferrarse a su familia. (Foto: Getty Images)
Redacción EC

vive los mejores momentos con el . El portero costarricense escaló bastante para tener la sonrisa de oreja a oreja. No es para menos, pues tuvo un inicio complicado con el elenco que dirige Zinedine Zidane.


Todo empezó con una severa lesión en el talón de Aquiles, la cual lo llevó a la sala de operaciones. A partir de ese momento empezó la debacle de Keylor Navas. Se perdió toda la pretemporada en los Estados Unidos y también perdió toda su confianza.

Una vez que retornó al primer equipo del Real Madrid, Keylor Navas se presentó con serias deficiencias en todo sentido. A tal punto que desde la interna le sugirieron que se amparara en un psicólogo. Idea que terminó rechazando por un sencillo motivo.

"En los momentos más complicados de la temporada llegaron incluso a sugerirle que buscara ayuda (psicológica) externa, pero prefirió tirar de su entorno. Se agarró a la fe, a su familia, se enrocó en sí mismo y se pegó a Lluis Llopis, el preparador de porteros del Madrid, para trabajar más", afirmó en un informe el diario "El País".

Para Keylor Navas fue clave el constante respaldo de sus compañeros. Pero, en particular, existieron solo tres personajes del Real Madrid que siempre lo apoyaron para que saliera adelante.

"Además del apoyo de Llopis, en el vestuario Navas contó con el de Sergio Ramos, Marcelo y Luka Modric, y también con el de Zidane. El técnico le ha defendido públicamente una y otra vez", apuntó la publicación.

En estos momentos el arquero nacido en Costa Rica encontró el punto más alto de su carrera. Muchos señalan que, a pesar de su increíble actualidad, partirá al final de la temporada y que su reemplazo sería David De Gea. Esas especulaciones no lo atormentan porque es consciente que con trabajo duro podrá convertir las críticas en halagos.

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