Alianza Lima cayó 1-0 ante Alianza Atlético en Sullana. Regaló el primer tiempo y cuando mejoró, no supo definir. (Foto: USI)
Alianza Lima cayó 1-0 ante Alianza Atlético en Sullana. Regaló el primer tiempo y cuando mejoró, no supo definir. (Foto: USI)
Christian Cruz Valdivia

El "de la forma que sea" solo te puede garantizar algo en el fútbol: sufrimiento. Esa desesperación del hincha que ve cómo las posibilidades de una victoria, de una buena jugada, de seguir sumando se va de las manos por no encontrar la claridad en el campo.

Es que incluso para ganar "de la forma que sea" a debe encontrar ese cómo. Preparar bien un tiro libre, aprovechar las más claras que genera (como Pajoy-Pacheco en el primer tiempo ante Alianza Atlético) y darse cuenta del aporte de uno y otros jugadores.

Ese cómo quizás esté en la habilidad de Kevin Quevedo antes que en el pique de Germán Pacheco. En el pase corto de Luis Aguiar que en el pelotazo de Rinaldo Cruzado o en los errores del juvenil Luis Garro antes que en los del experimentado Hansell Riojas.

Pero hay algo que va más allá de los gustos. Es la búsqueda de esa celebración truncada hace muchos años. El partido ante Alianza Atlético no le iba a dar el título del Apertura a Alianza, solo era un paso más, y en esos pasos el 'como sea' puede sumar. En el fútbol todo lo legal vale y ganar jugando mal no tiene penalidad en el reglamento.

Pero sirve en los pasos, no en la caminata general. Porque para ser campeón hay que sostener un nivel (a pesar del pobre campeonato peruano) y eso se logra siendo regulares. Ganar como Alianza lo hizo ante Cristal suma en la tabla, pero no en la confianza de tener un equipo competitivo. Caer ante Alianza Atlético confirma, para mí, esa idea.

Un penal en el minuto 92 le dio la victoria a Alianza Atlético. Así como Alianza consiguió puntos ante Cantolao y Comercio sobre la hora, ahora se los quitaron. Y no hay nada que reclamar. No concretar arriba y dejar todo en manos de la defensa no siempre es un buen negocio.

Alianza Lima seguirá peleando el Apertura. Los números aún lo avalan. Está a dos unidades del líder Real Garcilaso y faltan doce por jugarse. Con todo apretado, el desenlace es incierto. Lo único concreto es que ha desperdiciado la oportunidad de depender de sí mismo, tamaña presión muchas veces difícil de manejar.

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