1. En el segundo tiempo Juan Aurich tuvo el viento a favor, y aunque no parezca determinante, eso genera otra intención al jugar. Tuvo muchas ocasiones de gol; en algunas los delanteros definieron mal y en otras Diego Penny del Sporting Cristal estuvo a la orden.
2. Roberto Mosquera observó un rendimiento irregular en el zaguero Édgar Balbuena. Es un factor importante ya que este paraguayo había fallado en los dos goles celestes de Ávila y había desperdiciado un penal. Balbuena, además, era dueño de todas la pelotas paradas y todos sus envíos estuvieron tan erráticos que lindaba con lo sospechoso. El técnico Mosquera decidió cambiarlo e ingresó a Cummings. A partir de ello el Aurich estuvo más firme.
3. Aurich identificó que Cristal bajó la carga en los últimos 10 minutos porque firmaba el 2-0 e ingresó a Abram al fondo. Tuvo el aire suficiente para sofocar a la visita en los minutos finales bajo el formato de pelotazo al área. No es estético, pero con hombres idóneos como Pacheco o Rengifo en el área, el peligro es inminente.
4. Aurich llegó a este partido sin mayor actividad de competencia en las últimas 3 semanas. El descanso fue excesivo de cara a una final y por eso se tardó en entrar en calor de un Play off. Regaló mucho tiempo y cuando reaccionó alcanzó los dos goles para el empate.
5. Finalmente, Aurich lo empata porque su adversario tuvo modificaciones trascendentales: salieron del campo Carlos Lobatón e Irven Ávila y así los cerveceros le otorgaron el absoluto manejo de la pelota al dueño de casa.