Por la jornada 25 de la Premier League, los ‘Spurs’ liderados por el técnico portugués vencieron 2-0 a al cuadro celeste dirigido por el entrenador español. (Foto: AP)
Por la jornada 25 de la Premier League, los ‘Spurs’ liderados por el técnico portugués vencieron 2-0 a al cuadro celeste dirigido por el entrenador español. (Foto: AP)
Kenyi Peña Andrade

Los duelos entre los equipos de José Mourinho y Pep Guardiola nunca pasarán desapercibidos. Su famoso historial de los dimes y diretes que han tenido durante sus respectivas carreras, y el antagonismo de las filosofía futbolísticas que los representan, despiertan siempre un atractivo especial para el espectador. Porque, cuando ambos se enfrentan, se produce una guerra de estrategias, tácticas y replanteos de dos de los mejores entrenadores del mundo. Un verdadero show para quien ama este deporte.

Y, este domingo, en la victoria (2-0) del Tottenham del portugués ante los ‘Cityzens’ del español por la jornada 25 de la Premier League, se volvieron a ver las caras. Aunque claro, esta vez el gran ganador fue el portugués, quien enfrentaba a Pep por primera vez desde que se puso el buzo de los ‘Spurs’. De paso, el luso dejó al City a 22 puntos del líder Liverpool, alejándolo cada vez más de la posibilidad de remontar en la tabla de posiciones. ¿Pero en qué aspectos futbolísticos terminó superando ‘Mou’ al entrenador del ex Barcelona? a continuación los revisamos.

Aprovechó sus buenos momentos

Con el triunfo del Tottenham, son seis veces en las que Mourinho ha vencido en duelos personales a Guardiola. El español lo hizo en 10. (Foto: AP)
Con el triunfo del Tottenham, son seis veces en las que Mourinho ha vencido en duelos personales a Guardiola. El español lo hizo en 10. (Foto: AP)

En los primeros 60 minutos del encuentro, era el equipo de Guardiola el claro dominador. No solo tenía la mayor posesión del balón, además había creado múltiples ocasiones de gol en el arco de Hugo Lloris. El mismo Gündoğan falló un penal sobre los 40′, tras gran atajada del arquero francés. La poca eficacia del cuadro celeste la terminaría pagando caro después.

Ya sobre los 60′, Zinchenko se fue expulsado dejando a los ‘ciudadanos’ con 10 jugadores y, enseguida, llegó el tanto de Steven Bergwijn (63′). De allí en más, el cuadro de Mourinho metió el partido a su ritmo (buscando friccionar más que jugar) y, a diferencia del City, sí tradujo su dominio en el marcador: el coreano Son Heung-min marcó el segundo para cerrar el duelo (71’). Al final, de nada le sirvió al City haber pateado 18 veces al arco contra apenas los tres remates el Tottenham. El cuadro de ‘Mou’ le sacó petróleo a los 30 minutos en el que le tocó ser dueño del trámite del partido.

Le funcionó mejor los cambios

Una de las tareas más difíciles que tiene un técnico es acertarle a los cambios que realiza en medio del encuentro. En este rubro a Mourinho también le salieron mejor las cosas. Dos de sus tres cambios tuvieron trascendencia en el partido: el argentino Lamela refrescó el ataque londinense, y el francés Tanguy Ndombélé le aporto marca al medio campo para neutralizar cualquier reacción del City cuando se produjo el 2-0.

Del otro lado, la expulsión condicionó el accionar de Guardiola. Ante la salida de Zinchenko, tuvo que sacar a Agüero para meter a un defensa como Joao Cancelo. Luego, en la búsqueda de remontar Gabriel Jesús no le dio la efectividad que buscaba de cara al arco rival y Raheem Sterling tampoco trascendió en los seis minutos que tuvo para mostrarse.

Fidelidad a la propuesta durante los 90 minutos

Pese a que sufrieron el duelo casi 60 minutos y el gol del City pudo haber llegado, Tottenham respetó su propuesta inicial todo el encuentro. Lo hizo antes de adelantarse en el marcador para defenderse con los once futbolistas detrás de la línea imaginaría del balón. Y, después de este, para llevar el partido a la fricción y bajarle la intensidad que quería imponer la visita.

El City fue la otra cara de la moneda. Luego de tanto fallar y recibir la expulsión con el sorpresivo gol, perdió el rumbo en el terreno de juego. Pese a que son innumerables las veces en que hemos visto reaccionar al City con un hombre menos y apoyándose en su idea de posesiones largas, esta vez no se dio así. No solo no tuvo reacción, sino que también perdió la forma para llegar al arco de Lloris.

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