Miguel Ángel Russo y su victoria más importante. (Foto: AFP)
Miguel Ángel Russo y su victoria más importante. (Foto: AFP)
Aldo Cadillo

La foto que usted ve en esta publicación no es reciente. La imagen muestra a superando una lucha. Ganando una batalla. Sonriendo al amor y a la vida. El técnico de , consiguió su victoria más importante fuera del verde césped de un campo de fútbol. Respaldado por el silencio, todos sabían en el club Millonarios de Colombia pero nadie decía nada sobre su condición, el estratega argentino enfrentó el cáncer de próstata a la par que brindaba conferencias de prensa y ganaba partidos.

Miguel Ángel Russo asistió a un restaurante y fue al baño. Contraria a la acción que realizan algunos hombres cuando miccionan (observan el techo, piensan en los problemas o ven al frente), esa noche el argentino miró abajo y notó que su orina era oscura. La duda se resolvió con la visita al médico; pero, en él ingresó un gran temor al conocer el diagnóstico: cáncer de próstata.


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A la edad de 61 años, Miguel Ángel Russo recibió la noticia como sentencia. La segunda causa de muerte de hombres en Estados Unidos lo atacaba. Su rostro era la prueba más clara de la dura lucha que sostenía. La batalla determinó que su imagen se asemejaba más a la de un pariente muy mayor o a la de él pero con 20 años más.

En setiembre del 2017 se sometió a una operación de vejiga en Buenos Aires para combatir el cáncer de próstata que lo atacaba. La intervención quirúrgica fue un éxito; pero, una bacteria intrahospitalaria lo alejaría tres meses de las canchas. El virus resultó ser más peligroso que el cáncer y su vida corría riesgo. 

"Pasé tres meses donde mi operación pasó a un segundo plano. Era más importante el tema de la bacteria porque te morís. Mirá que no hay solución", declaró Russo a 'Deportes RCN' de Colombia de manera emotiva superado una vez todo el grave problema de salud.

"Cuando iba a ser quimio me trataron con respeto. Nunca me pidieron una foto o un autógrafo. El día que terminé la quimio me hicieron una fiesta. Es duro, porque te pones algo y sabes lo que te están poniendo. Y quizá eso fue lo más emocionante, el respeto que tuvieron conmigo", pronuncia casi al borde de las lágrimas Miguel Ángel Russo.

Russo y Díaz siendo homenajeados en la última edición de la Copa Libertadores en el Santiago Bernabéu. (Foto: AFP)
Russo y Díaz siendo homenajeados en la última edición de la Copa Libertadores en el Santiago Bernabéu. (Foto: AFP)

- Campeón en el campo y fuera de él -​

"Me he recuperado bien. Fue una bacteria difícil que la hemos superado, gracias a Dios". Es miércoles 12 de diciembre del 2018 y Miguel Ángel Russo habla en plural. Frente a una cámara de TyC Sports y con los brazos cruzados, el hombre que vistió sólo una camiseta durante toda su vida como futbolista, es más fiel fuera de los campos en los que rueda un balón. Russo llevó sólo la lucha principal; pero, estuvo asistido por todo un equipo de profesionales. 

"Estoy muy agradecido con los directivos, mis jugadores, la gente, con Carlos Castro, que fue mi oncólogo y trabajó con la gente en Buenos Aires, Juan Ignacio Caicedo y también agradecido con los oncólogos de la Clínica del Country, que me dieron mucho amor", mencionó Russo casi ahogado por las lágrimas.

El técnico ganador de la Copa Libertadores 2007 recibió un merecido homenaje durante la final entre Boca Juniors vs. River Plate en Madrid. Acostumbrados a nunca coincidir en nada, los fanáticos 'xeneizes' y 'millonarios' aplaudieron a Miguel Ángel Russo en el Santiago Bernabéu. Los primeros en reconocimiento por ganar la última Libertadores en el 2007, y los segundos valorando su espíritu de lucha contra el cáncer de próstata.

A Miguel Ángel Russo lo salvó el amor y las ganas de vivir. El hombre de 62 años aún llora cuando recuerda el momento de la que quizá fue la lucha más complicada de su vida. Sensible en el exterior; pero, con una fuerza de voluntad imparable, Russo llegaría a Lima para dirigir a Alianza Lima. Completamente recuperado de la ardua batalla que sostuvo contra el cáncer, 

Así, no solamente llega un entrenador a La Victoria. A Alianza Lima también se asoma un hombre que sabe de triunfos fuera y dentro de la cancha. Y que quiere recuperar la imagen de siempre, y levantando una copa.

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