Patricio Loustau, el árbitro que hizo llorar a Jefferson Farfán
Patricio Loustau, el árbitro que hizo llorar a Jefferson Farfán
Pedro Canelo

Era el minuto 92 de un partido que nos había arrancado el corazón. Perú no solo perdía 2-1 ante Uruguay en el estadio Nacional, sino que también se despedía del Mundial Brasil 2014. Ganaba cómodo el once charrúa con doblete de Luis Suárez y la blanquirroja tuvo una tímida reacción con el tanto de tiro libre de Farfán. Alcanzaban los minutos para ese último esfuerzo que conceda el empate y el mismo Jefferson se escapaba por la banda derecha en un contragolpe que podía ser letal. Cuando se perfilaba rumbo al área, Farfán escuchó el pitazo del árbitro argentino quien le había cobrado falta. Jefferson arrojó el balón muy molesto, le sacaron la amarilla que lo suspendía para el siguiente encuentro contra Venezuela y comenzó con un llanto que duró varios minutos. El partido había terminado, la prensa ya había entrado al campo y Farfán seguía abatido en el suelo preguntándose por qué a Perú nunca le toca clasificar a una Copa del Mundo.
 
Patricio Loustau hizo llorar a Farfán y a todo un país con una pésima actuación en ese Perú 1-Uruguay que nos despidió casi definitivamente de Brasil 2014. El juez argentino dejó pegar a los charrúas en todo el partido y no reaccionó ni siquiera cuando Paolo Guerrero comenzó a sangrar en el campo de juego. Loustau descolocó anímicamente a todo el equipo con un penal inexistente a favor de Uruguay (el primer tanto de Suárez) y expulsó a un Yoshimar Yotún que se descontroló frente al ‘teatro’ que el ‘9’ del Barcelona escenificaba en cada jugada. Ese mismo Loustau que reportó al estadio Nacional como inseguro, porque un inoportuno hincha bajó a la cancha para intentar agredirlo, será el juez del Perú-Colombia mañana en el MetLife Stadium. Le confirmo la noticia a un colega ayer por la tarde en la puerta del hotel que hospeda al equipo de Gareca y me respondió citando al ex Ministro de Economía, Juan Carlos Hurtado Miller: “Que Dios nos ayude”.
 
Más allá de ese dato estadístico e histórico que siempre aparecerá en la previa de un partido importante, no debería ser tan relevante condicionar lo que pase mañana en el MetLife Stadium con la presencia de Loustau. Un reportero mexicano muy acertado dijo ayer también que “los peruanos no podemos quejarnos de arbitrajes por unos buenos años”. Tiene razón. Quizá hasta después de las Eliminatorias para Qatar podríamos volver a ese rol de víctima.
 
Además, no todo ha sido malo con Loustau arbitrando a peruanos. Es cierto que él también expulsó a Paolo Guerrero (quien debe ser el más molesto con esta designación) cuando el delantero peruano defendía al Corinthians en una Copa Libertadores, pero no olvidamos que Loustau fue el juez en ese 2-0 de Perú ante Brasil en el campeonato Sub 20 del 2013 (con Tapia, Polo, Flores y Benavente en ese equipo). Ya pudimos conseguir un resultado feliz e histórico con su presencia. En estas últimas horas mejor pensemos en el sistema de juego (vamos a estar frente a un cotejo muy parejo línea por línea) o en cómo se puede hacer daño a esta Colombia de poderoso ataque. Mejor no nos preocupemos del árbitro Loustau. Total, nadie se puede ubicar tanto en la vida dos veces.

Sino pregúntenle a un ex presidente que volvió de París.

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