Cinco peruanos que la rompieron en el fútbol argentino
Cinco peruanos que la rompieron en el fútbol argentino

El peruano dejará el Bursaspor de Turquía para jugar a préstamo en de Argentina, confirmó el equipo europeo a través de un comunicado. A propósito del fichaje del lateral derecho nacional, elegimos cinco futbolistas peruanos que la rompieron en el fútbol argentino, algo que, seguramente, ‘Usain Bolt’ buscará emular durante el 2016 (su nuevo contrato lo vincula al club argentino hasta el 31 de diciembre).

1. Julio Meléndez. En Argentina le llamaban el “Negro”. Fue capitán e ídolo de Boca Juniors. Dos hechos que lo demuestran: A) Los hinchas xeneizes solían cantar en La Bombonera: “Y ya lo ve, y ya lo ve, es el peruano y su ballet”. B) Fue considerado en el equipo ideal  de todos los tiempos de Boca Juniors. Jugaba como defensor central y en alguna oportunidad fue portada de la prestigiosa revista “El Gráfico”.  Una anécdota: la única vez que fue expulsado fue en un clásico contra River Plate en el Monumental de Núñez. Abandonó el campo caminando, mientras los hinchas de ambos equipos lo aplaudían. Un fenómeno. En total, consiguió tres títulos con Boca: dos campeonatos nacionales (1969 y 1970) y una Copa Argentina (1969). Pese a destacar en Argentina, Meléndez no jugó con la selección peruana en las Eliminatorias del 69 y el Mundial del 70. Alguna vez contó que su entrenador, Alfredo Di Stéfano, lo convenció de no jugar por la bicolor con el argumento que perdería el puesto en Boca.

2. Franco Navarro. Llegó a Independiente de Avellaneda, equipo en el que jugó desde 1986 hasta 1988, equipo en el que jugaba el ídolo Ricardo Bochini. La primera temporada fue excelente para el delantero peruano: 17 goles y un subcampeonato. En la segunda, hubo un “divorcio” entre Navarro y Bochini que le pasó factura. Este se generó por unas declaraciones del ‘Bocha’. “Los delanteros no la están metiendo como el año pasado. Yo doy los pases, después, no sé”, dijo Bochini. “No sé por qué a Luis Islas le critican sus actitudes. Otros faltan a los entrenamientos y nadie dice nada”, dijo Franco en respuesta a la revista “El Gráfico”. El aludido era Bochini, quien tenía preferencia por el ‘9’ José Percudani, quien era natural del club, y que había marcado el gol del título de la Intercontinental ante Liverpool de Inglaterra. Una anécdota: en un partido Independiente-San Lorenzo, José Luis Chilavert le propinó un criminal codazo en la cara que impidió que Navarro disputara algunas jornadas. Volvió ante Boca: un gol, una asistencia y un penal.

3. José Soriano. Era tan respetado que todos lo llamaban Don José. Fue arquero (aunque se inició como mediocampista) y capitán del popular equipo de River Plate conocido como “La Máquina” en los años cuarenta, luego de romperla en Banfield, equipo al que llegó desechando propuestas de los poderosos Boca Juniors y Peñarol. Era conocido en Argentina como el precursor del “achique” porque solía jugar salido o fuera de su arco, quizás porque también había sido jugador, y no arquero. Soriano terminó siendo ídolo y uno de los mejores arqueros de la historia del Perú, aunque estuvo a puntos de no serlo: cuando estaba en segundo de secundaria, le rompió la pierna a un amigo en una jugada fortuita, algo que lo alejó del deporte durante un año. Felizmente volvió, pero ya no de futbolista, sino de arquero. Así, consiguió el título nacional en 1945 con River.

4. Nolberto Solano. Luego de conseguir el tricampeonato con Cristal y el subcampeonato de la Copa Libertadores, ‘Ñol’ fue fichado por Boca Juniors. Tenía 22 años y el equipo era dirigido por el “Bambino” Veira. En el equipo xeneize se ganó el apelativo de “Maestrito”, nada menos, que de Diego Armando Maradona, quien incluso años más tarde lo invitó a su despedida en La Bombonera. Para Diego, uno de los mejores de la historia, Solano le pegaba de manera formidable al balón. Por eso el apelativo. Al final de la temporada de 1997, ‘Ñol’ fue elegido el segundo mejor futbolista extranjero en Argentina, por detrás del chileno Marcelo Salas, entonces figura excluyente de River Plate. Un año más tarde, gracias a sus buenas actuaciones, fue contratado por Newcastle de la Premier League.

5. Percy Rojas. El ‘Trucha’ destacó en Independiente de Avellaneda, club al que llegó en 1975, luego de haber disputado una final de la Copa Libertadores (1972) con Universitario de Deportes. Ya con los ‘Diablos Rojos’, el delantero logró conquistar este campeonato, anotando un gol en la final frente a Unión Español de Chile. En el equipo argentino jugó dos temporadas, en las que marcó 27 goles en 72 partidos. La anécdota que recuerda Rojas, en una entrevista con el diario “Trome”, es la siguiente: “En mi debut enfrentamos al Argentinos Juniors y un yugoslavo gigante me agarra del cachete y me dice: ‘Yo juego duro’, y me zamaquea la cara. Lo agarré de las bolas y le respondí: ‘Yo también conch…’, ja, ja, ja. Se me salió todo el barrio”. 

Bonus:

Juan Jayo. Consiguió su primer título con Alianza Lima en 1997, ratificó su nivel en el 1998 y un año más tarde fue contratado por Unión de Santa Fe, equipo que pasaba por un momento complicado en lo deportivo (peleaba el descenso). Sin dudas, y sin restar mérito a la gran campaña que cumplió durante casi dos años en el equipo, el episodio más recordado de Jayo en Unión fue aquel gol que le marcó a River Plate en el Monumental pegándole de media cancha en el 2000. El arquero era Bonano. “Hice un gol que ni yo mismo había soñado y que nadie habrá esperado”, dijo alguna vez. El gol, sumado al temperamento y buen fútbol de Jayo, dejaron una imborrable impresión que todavía perdura en los hinchas de Unión de Santa Fe. El Perú extraña jugadores como Jayo. Sobre todo para la selección.

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