Eliezer Benedetti

De pequeño, Hugo Del Castillo anhelaba ser un power ranger y, a la misma vez, un doctor. Ya con 25 años encima, se podría decir que ambos sueños de infancia se han cumplido. Si bien el taekwondista peruano no logró convertirse en ese superhéroe -de preferencia color rojo- que contemplaba diariamente en la TV, sí pudo encontrar la forma de ejecutar las mismas -o más bien parecidas– patadas y acrobacias a través del poomsae, rama artística del taekwondo. Y ahora, además del inherente dobok y cinturón negro que luce constantemente, también ha conseguido sumar un peculiar atuendo azul, que brinda esperanza de vida a propios y extraños, al haber culminado satisfactoriamente sus estudios de Medicina.