Duckhee Lee hizo historia en el torneo de Winston-Salem, en los Estados Unidos. (Foto: Reuters)
Duckhee Lee hizo historia en el torneo de Winston-Salem, en los Estados Unidos. (Foto: Reuters)

Por: José Luis Domínguez

Su historia se hizo conocida dentro del ambiente de las raquetas hace unos años, cuando ya llamaba más la atención en el circuito junior por su talento que por su limitación física. Duckhee Lee nació el 29 de mayo de 1998, en Jechon, Corea del Sur, y empezó a jugar al tenis a los 7 años. Hoy, a los 21, ya es un tenista que busca su lugar dentro del circuito mayor. Y dentro de esos pasos iniciales, se dio el gusto de ser el primer jugador sordo en disputar -y ganar- un partido en el nivel ATP: lo hizo en el torneo de Winston-Salem, el último certamen previo al Abierto de los Estados Unidos, con debut y victoria ante el suizo Henri Laaksonen por 7-6 (7-4) y 6-1. Lee, que es el número 212 del ranking mundial, se enfrentará en la próxima etapa con el polaco Hubert Hurkacz (41°).

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Además de jugar muy bien, Lee se sobrepone a una limitación natural: a los dos años se le detectó la sordera, y él se dio cuenta a los 6 años de su incapacidad auditiva. Su madre, Mi-Ja Park, le enseñó a leer los labios como forma esencial de comunicación. La sordera tiene sus bemoles en el tenis: Lee no puede escuchar el sonido del impacto rival -un factor muy importante para los jugadores de primer nivel, que permite anticipar y ganar tiempo-, tampoco lo que dice el umpire sobre un pique o el resultado. Por lo tanto, depende mucho de la vista -para enfocarse en la pelota y en los movimientos de su adversario- y de sus propios desplazamientos y golpes para compensar su falencia. "Al principio fue un shock, porque me sentía muy diferente al resto de la gente. El tenis es mi mejor oportunidad para sobrevivir en una sociedad normal", remarca.

A los 14 años, asombró al obtener su primer punto de ATP, pero cobró más notoriedad cuando se entrenó con Rafael Nadal en Roland Garros: como suele suceder en las segundas semanas de un Grand Slam, los juniors de mejor proyección son invitados por los profesionales que siguen en carrera para entrenarse, y Lee por entonces era el número 10 entre los juveniles. "Tiene una historia de superación que es fascinante e inspiradora. Lo que tenemos aquí es que, los esfuerzos que hacemos nosotros son pequeños comparados con lo que él hace. Como tenistas, todos sabemos la importancia de jugar con el ambiente, con el sonido del impacto, con experimentar esas sensaciones dentro de una cancha. Pero imagínate que estás jugando en una cancha en la que la música está a todo volumen, y no puedes escuchar el sonido de la pelota y vas a ver cómo pierdes la sensación; bueno, este chico es capaz de jugar sin escuchar nada, ni el pique de la pelota, ni el impacto, y lo hace muy bien. Me parece algo fantástico", lo elogió Rafa por entonces.

En el caso del tenis, la sordera es una incapacidad que permite jugar con las mismas reglas que el resto de los jugadores, a diferencia de la ceguera, o el tenis adaptado, variedades que contemplan algunas diferencias en las reglas.

Lee llegó a ser el 130° del ranking a los 17 años, alternó algunas victorias en el mundo de los challengers, pero todavía continúa dentro de esa categoría. Ganó 11 torneos futures -los de menor rango dentro del tenis profesional-, pero busca cada oportunidad para disputar en las mejores categorías. Había jugado algunas qualies (clasificaciones) de ATP, en Shenzhen 2015, Auckland y Tokio 2016, en Marrakech 2017 y en Antalya 2018, antes de poder ingresar de manera directa en Winston-Salem. Casi toda su carrera la realizó en torneos de la gira asiática, aunque suele entrenarse varias semanas en España y también en el cemento de los Estados Unidos.

A diferencia de muchos sordos, el surcoreano no sabe expresarse con el lenguaje de señas. Por eso, la entrevista posterior al partido con Laaksonen consistió en una serie de preguntas en inglés que un voluntario del torneo le tradujo en coreano a Soopin, la novia del jugador, y Lee respondió como pudo en coreano. "Algunas veces la gente me decía que por mi discapacidad no podría seguir jugando. Definitivamente fue difícil, pero mis amigos y familiares me ayudaron a superarlo. Quería mostrarles a todos que podía hacer esto. Mi mensaje para las personas con discapacidad auditiva es que no se desanimen. Si te esfuerzas, puedes hacer cualquier cosa", destacó Lee después de su primera victoria en el tour ATP. Desde su lugar, el surcoreano ya dejó una huella singular, y buscará que su historia inspiradora llegue mucho más lejos aún.

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