WWE: Sasha Banks regresó entre el odio y el amor del público

Sansha Banks tiene grandes recuerdos de Brooklyn: participó en el primer y único Iron Woman Match, en la primera pelea estelar entre divas en la historia de WWE –contra Bayley-. Se forjó como luchadora en esa ciudad y ahora demostró que el éxito la espera en el futuro con una gran pelea en el último Raw de la noche.

“The Boss está de vuelta en Brooklyn y aunque Becky dijo que esta era la mejor ciudad, claramente ella nunca ha estado en Boston”, dijo Sasha en su entrada al Barclays Center, en Brooklyn, Nueva York. 

Banks llegó para sacar provecho del ‘nuevo drama’ entre las divas: el creciente egocentrismo de la campeona Charlotte y consecuente abandono de su amiga Becky Lynch. La irlandesa llegó a enfrentar a The Boss sola, mientras que a Team B.A.D. está completo. 

Durante NXT Unstoppable, en mayo de este año, Banks y Lynch se enfrentaron por el campeonato de NXT femenino de por medio. La campeona, oriunda de Boston, también utilizó una aparente ‘fragilidad’ en la amistad entre Lynch y Charlotte para meterse en la psiquis de su contrincante.

Aquella pelea del 20 de mayo tuvo un nivel de llaveo increíble. Como si fuese casi un tutorial de técnica. El de esta noche de diciembre distó mucho de eso. A pesar de los grandes movimientos y la clase de ambas exponentes, la crítica al nivel, al que parecer obligan a bajar, de las Divas en WWE deja mucho que desear si se compara al centro de desarrollo de NXT. 

El final fue lo mejor. No cabe duda que Sasha Banks es una gran villana. Sabe hacer su trabajo para hacerse odiar, realizar trampas y orquestar una pelea que obliga al público a estar pendiente de sus movimientos. Así como en mayo, se quedó con el triunfo, aunque esta vez por cuenta de tres.