Ha pasado poco más de un año del Mundial Rusia 2018 y a la selección peruana le está costando volver al nivel con el que llegó a ese torneo. Si bien es cierto, hace unos meses jugó una final de Copa América, las cifras señalan que la Blanquirroja hoy convive con la irregularidad.
Lejos quedaron aquellos 15 partidos invictos con los que se afrontó el debut mundialista frente a Dinamarca, combinado que terminó con la racha peruana. Todo lo que vino después, incluida la Copa América en Brasil, estuvo lejos de la solidez que alguna vez tuvo el equipo de Gareca. La última muestra fue la doble tanda de amistosos ante Uruguay.
Con la expulsión de Martín Cáceres y el 1-0 de ‘Canchita’ Gonzales sobre el final del primer tiempo, hubo unos 45 minutos en los que André Carrillo por momentos fue el de antes, al igual que Christian Cueva.
En el complemento Perú se conformó teniendo la pelota, como pensando que la ventaja en el marcador y campo generaría el segundo con el transcurrir de los minutos. Lo que se dio fue el empate del debutante Sub 20 Darwin Núñez, a quien ya sufrimos en los Juegos Panamericanos de este año.
Manteniendo la base del equipo mundialista, este Perú sumó una buena dupla de centrales –Carlos Zambrano y Luis Abram– pero perdió en otros sectores del campo. Dejando de lado a Cueva, la selección dejó de ser fuerte por el lado derecho. El tándem Carrillo-Advíncula era letal a punta de velocidad, despliegue y juego.
De hecho, más allá de la prematura eliminación, en Rusia fue de lo mejor que exhibió la Bicolor. Sin embargo, hoy el seleccionado no lo tiene más. El último martes, el gol de ‘Canchita’ ilusionó por la gran jugada de Advíncula, dueño del lateral diestro del Rayo Vallecano, en la Segunda de España. Pero, ¿qué pasa con André?
Condiciones le sobran al exjugador de Alianza Lima, tal como nos lo graficó Juan Carlos Oblitas, director deportivo de la FPF, durante la Copa: “Si hubiera tenido las condiciones de André, hubiera jugado en Real Madrid”. Quizás el problema de Carrillo sea, aunque sea contradictorio, que Gareca privilegie al grupo que acabó con los 36 años sin Copas del Mundo.
“Mi presencia en la Liga Saudí nunca reducirá mis posibilidades de ser llamado a la selección peruana”, aseguró el extremo del Al Hilal, conjunto de Arabia Saudí en el que ni siquiera es titular indiscutido.
Si André piensa así, es seguro que gran parte del grupo crea lo mismo. Así, con países como el uruguayo que sabe jugar sin sus figuras –no tuvo a Edinson Cavani ni a Luis Suárez ante Perú –, a la selección todo le costará el doble.