¿Por qué Gareca no llamó a Jefferson Farfán a la selección?

Hay jugadores de fútbol que en estado de ausencia suenan mucho más. Uno de ellos es Jefferson Agustín Farfán Guadalupe. Con 31 años y viviendo esta etapa de madurez de su carrera en la Liga del Golfo Pérsico, Jefferson se ha convertido en un futbolista prescindible para Ricardo Gareca en la selección peruana. Goleador de la blanquirroja en estas Eliminatorias, el ‘10’ de la bicolor, Farfán ha despertado debates en redes sociales, páginas webs y en la mesa de madera del bar más cercano. Pero ¿por qué no está? Aquí en DT, a una semana del llamado de Gareca, tenemos una razón que supera lo futbolístico.

—Un tema de lealtad—

Son los últimos minutos del 25 de marzo de este año. Perú acaba de empatar 2-2 ante Venezuela en el Estadio Nacional en uno de los peores resultados de la bicolor en estas Eliminatorias mundialistas. Jefferson Farfán, golpeado por el resultado y con el tobillo derecho maltratado, declaró con mucho fastidio. “La gente sabe que hice de todo para jugar este partido”, dijo. Y a lo que se refería Farfán es a los tres meses de trabajos de recuperación que tuvo con Néstor Bonillo, preparador físico de la selección. Fue un proceso que se llevó con calma al inicio y que se aceleró en el último mes bajo un acuerdo entre el futbolista y el mismo Bonillo. Jefferson quería jugar ante Venezuela y lo declaró a los medios en la semana previa al partido. Hasta allí todo suena a armonía y buen clima. 

Sin embargo, un mes después, en una entrevista poco comentada para la web “D’Enganche”, el ‘10’ fue algo más crítico sobre su alineación ante los llaneros. “No estaba al ciento por ciento. Con Carlos Ascues veníamos de lesiones muy complicadas. Creo que se regalaron dos jugadores en el campo con nosotros. Ante Venezuela jugué a un 60 por ciento”, explicó. Y esas declaraciones que luego fueron rebotadas en los diarios como una “desautorización” a las decisiones del cuerpo técnico habrían distanciado a Jefferson Agustín de la Videna. Según dos fuentes alrededor de la selección, sería el preparador físico Néstor Bonillo el más molesto con Farfán, sobre todo porque fue él quien coordinó directamente su rehabilitación. En resumen, esas frases de Farfán fueron tomadas como una deslealtad en el comando técnico nacional.

Ricardo Gareca tenía a Jefferson Farfán en agenda. Ya lo había comentado con todo su entorno en Videna, sobre todo después de los problemas que tuvo Perú para enfrentar a Ecuador y sacar el cotejo adelante. Pero este técnico argentino, ya se sabe, no toma decisiones unilaterales. Quería un cierto consenso en su comando técnico. Y como no lo tuvo, entendió que no era momento de hacerlo volver.

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