Selección peruana Sub 20: análisis del duelo ante Paraguay

Perú igualó uno a uno con Paraguay y aseguró un cupo en el hexagonal final, la fase del torneo que otorga cupos para tres torneos internacionales: Mundial Nueva Zelanda 2015, Panamericanos Toronto 2015 y Juegos Olímpicos Río 2016. El primer objetivo se completó, pero ¿cómo se le vio a la selección en su último partido de la primera fase ante los guaraníes?

De los noventa minutos que jugó Perú solo se puede hacer un análisis de los primeros 45. La selección peruana jugó, claramente, a no perder. A evitar que le generen, antes de generar ocasiones. Y lo consiguió. Más allá de ser resultadista, el equipo se mostró muy tibio (casi frio, diría hasta helado) en todas las líneas del campo. En el primer tiempo despreciamos la pelota y en el segundo se firmó el empate que nos daba la clasificación.

ASPECTO DEFENSIVO. Perú se mostró débil pese a priorizar un orden que nunca existió. Defender con muchos no significa defender bien. A lo largo del Sudamericano Sub 20, pero sobre todo en este partido, se le vio frágil a la hora de la marca. Las bandas de Cossio y Perleche sufrieron los constantes ataques de Santacruz y Medina. Por allí ingresó casi siempre el ataque rival. En el gol, Rostaing falló en el rechazo.

En los tiros de esquina sufrimos. Primero un palo y luego se exigió el arquero Prieto sobre la línea y respondió. En una tercera ocasión, Paraguay falló en el remate final. Eso sí, Perú tuvo intención de presión, aunque desordenada, en el primer tiempo. Pero cono el balón recuperado no hubo sorpresa. Salvo la jugada individual de Succar, que terminó en gol cuando Paraguay era mejor.

EN EL MEDIOCAMPO. Perú formó con un 4-5-1 en el primer tiempo. Garcés y Rostaing en el papel eran los encargados de recuperar el balón. Y, claro, por donde debía fluir el fútbol de la selección. No se cumplió con ninguno de los dos objetivos. Paraguay pasó fácil a través de nuestro mediocampo y se sintió la ausencia de Aquino, de lo mejorcito de la bicolor.

Peña, Carranza y Siucho pesaron más en defensa que en ataque. El creador que nos imaginábamos, que era ese número '10', estuvo lejos de su mejor versión, más cerca de área propia que de la contraria. No hubo equipo corto ni salida rápida. No hubo pases continuos ni intención de tener el balón para crear. Succar sufrió solo arriba contra los zagueros y en la única que tuvo resolvió con una gran acción individual. Después, nada en ataque.

NADA EN ATAQUE. Se puede decir que Paraguay merecía dos o tres goles. Y que Perú no merecía ninguno, pero lo hizo, confirmando que en el fútbol dos más dos no es cuatro. Podría leerse como efectividad, sí. La única que tuvo Succar la aprovechó. Aquella jugada del minuto 23 que terminó en gol fue la única acción de peligro que generamos. Bastó, pero no gustó.

En la segunda parte ingresó Da Silva; sin embargo, la producción en ataque no mejoró. No por Beto, sino por la idea. No hubo más arriba.

LOS CAMBIOS. Tres sustituciones hizo Víctor Rivera en el partido: Reátegui (45'), Páucar (55') y Da Silva (61'). El ingreso de Maelo por Carranza fue un cambio netamente defensivo. Beto ingresó para buscar en ataque, pero la disposición del equipo fue otra: asegurar el empate. El cambio de Páucar fue por necesidad: Garcés se sintió y tuvo que ser cambiado.

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