¿Se te hace familiar? No eres la única. Existen dos tipos de violencia poco conocidas relacionadas a la salud sexual y reproductiva: la violencia obstétrica y la violencia ginecológica.
La OMS considera como violencia obstétrica todo acto de violencia, tanto físico como psicológico, ejercido por personal de salud durante consultas obstétricas o durante procesos reproductivos. Esta se expresa en un trato que deshumaniza a las mujeres e incluye el abuso de medicalización, procesos médicos coercitivos o no consentidos, humillación, maltrato verbal, transformación de procesos naturales en patológicos, denegación de información o tratamiento, entre otras conductas.
Desde el 2004, las guías nacionales de atención integral de la salud sexual y reproductiva del Ministerio de Salud promueven el buen trato en la atención ginecobstétrica. Así mismo, en el 2019, la legislación peruana reconoció de manera explícita la violencia obstétrica como una de las manifestaciones de la violencia contra las mujeres, a través de la Ley N° 30364 y su reglamentación.
Por su lado, la violencia ginecológica es aún menos conocida. Se puede dar durante cualquier consulta ginecológica en la que no se ha recibido una atención adecuada y se ha sufrido algún tipo de maltrato físico y/o psicológico. Considerando, que la atención ginecológica es un tipo de atención de salud que las mujeres deben experimentar a lo largo de sus vidas, este tipo de violencia puede ser aún más común.