Tener una convivencia feliz con el entorno ayuda en el trabajo de cada día.
Tener una convivencia feliz con el entorno ayuda en el trabajo de cada día.
Liliana Alvarado

(Liliana Alvarado es doctora en Márketing por la Universidad Politécnica de Cataluña).

Estar en un tiene un impacto significativo en nuestra motivación, productividad y bienestar. Nuestro cerebro tiene una fuente de neuroquímicos autoproducidos que convierten las actividades y luchas de la vida en placer, y nos hacen sentir felices cuando los alcanzamos. La dopamina, la serotonina, la oxitocina y las endorfinas son neurotransmisores que genera nuestro cerebro y son responsables de nuestra felicidad.

La dopamina es responsable del comportamiento impulsado por la recompensa y el placer. Cada tipo de comportamiento de búsqueda de recompensas que se ha logrado, aumenta el nivel de trasmisión de dopamina en el cerebro. Si deseamos obtener un golpe de dopamina, establezcámonos un objetivo y consigámoslo. Para lograr un objetivo es importante dividirlo en pequeñas metas y celebrar el alcance de cada una de ellas.

La serotonina fluye cuando nos sentimos apreciados o importantes. Esta tal vez sea una de las razones por las cuales formamos parte de diferentes grupos sociales: amigos del barrio, colegio, universidad, entre otros lugares (las famosas pandillas de las que se habla). El Dr. Barry Jacobs, de Princeton, afirma que reflexionar sobre logros pasados le permite al cerebro revivir la experiencia, y que las prácticas de gratitud y el que nos recuerden que somos valorados y queridos son importantes para la producción de serotonina.

La oxitocina crea intimidad, confianza, construye relaciones saludables y la liberamos durante las manifestaciones de cariño. El Dr. Paul Zak afirma que el contacto interpersonal no solo aumenta la oxitocina, sino que reduce el estrés cardiovascular y mejora el sistema inmunológico. El afecto, el amor y la intimidad son claves para liberar oxitocina.

Las endorfinas se liberan en respuesta al dolor y el estrés y ayudan a aliviar la ansiedad y la depresión. Actúan como analgésicos y sedantes para disminuir nuestra percepción de dolor. La risa es la forma más fácil de inducir la liberación de endorfinas, tener un buen sentido del humor y apreciar las maravillas que nos rodean, aumentan los niveles de endorfina. Algunos estudios han demostrado que el chocolate y los alimentos picantes pueden hacer que el cerebro libere endorfinas.

No existe una receta única que se correlacione con una sensación de felicidad, pero esta lista lo puede ayudar para hacer un inventario de sus hábitos diarios y mantener su vida equilibrada y feliz.


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