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Ecuador declaró fuerza mayor en sus exportaciones de petróleo por daños en los dos principales oleoductos del país ocurridos esta semana. De acuerdo con el ministro de Energía, René Ortiz, la producción de crudo de la nación sudamericana ha caído a unos 223,900 barriles por día (bpd).
La fuerza mayor es una medida que se declara ante cualquier evento externo imprevisible que impida el cumplimiento de un contrato, mas no implica necesariamente una suspensión total de las exportaciones del país andino, ya que pueden programarse embarques especiales.
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“La declaratoria de fuerza mayor (...) es sobre la base del caso fortuito. En tiempos anormales como este, hay problemas y hubo que declarar fuerza mayor”, dijo Ortiz en una rueda de prensa virtual.
El martes hubo un deslizamiento de tierra entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos por donde atraviesan el oleoducto SOTE y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP). Las operaciones de ambas redes fueron suspendidas.
Antes del incidente, la producción del país fue de 504.546 bpd, incluida la porción de la estatal Petroamazonas y las compañías privadas, pero ha ido cayendo paulatinamente hasta 223.932 bpd el jueves, según datos oficiales.
El daño en los oleoductos, que en conjunto tienen una capacidad de transporte de 810.000 bpd, complicará los problemas de liquidez del país petrolero, que solicitó esta semana a sus tenedores de bonos diferir el pago de intereses de una deuda de unos US$17.000 millones.
El Gobierno espera que la red del oleoducto SOTE –controlado por el Estado– pueda repararse en dos a tres semanas, mientras que el sistema de ductos pesados OCP –en manos de privados– podría estar activo hasta en cuatro semanas.
Las autoridades han reconocido que tras la rotura de los ductos se produjo un derrame de unos 4.000 barriles de crudo, que ya habrían sido contenidos, según el ministro.
El país petrolero también tiene problemas con su mayor refinería de 110.000 bpd. La estatal Petroecuador dijo que la unidad de Craqueo Catalítico Fluidizado de la refinería Esmeraldas tuvo que parar sus operaciones por un corte de energía en el sistema nacional.
La refinería La Libertad, de unos 45,000 bpd de capacidad, también paró su operación ante la pandemia, debido a que se encuentra cerca de Guayaquil, el epicentro del contagio.
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