Los precios del cobre caían el jueves, pero se mantenían cerca de máximos de tres meses después de subir con fuerza en la víspera, en medio de la depreciación del dólar y preocupaciones sobre escasez de suministros.
El cobre referencial a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) perdía un 1% a US$ 9,967 la tonelada a las 11:48 GMT, después de subir un 3.5% en la sesión previa.
El cobre, usado en los sectores de energía y construcción, subió un 25% en 2021 y un 26% en 2020. Muchos analistas esperan que la transición de combustibles fósiles a electricidad impulse la demanda.
“Ha comenzado una nueva ola de compras de metales básicos, especialmente aquellos directamente relacionados con la transición verde”, dijo Gianclaudio Torlizzi de la consultora T-Commodity.
“Ya teníamos señales de eso en mercados menos líquidos como el cobalto y el litio, que se han disparado más. Era solo cuestión de tiempo antes de que el cobre y el níquel los siguieran”, agregó.
Torlizzi dijo que los bajos inventarios, el estímulo económico chino y la oferta limitada podrían impulsar al cobre por encima del récord del año pasado de US$ 10,747.50 la tonelada y al níquel a US$ 25,000 la tonelada, su nivel más alto desde 2011.
La moneda estadounidense ha sufrido una pronunciada caída, incluso frente al yuan, lo que vuelve más económicos a los metales que cotizan en dólares para los tenedores de otras divisas.
El banco central de China, el principal consumidor de metales del mundo, está listo para revelar más medidas para respaldar el crecimiento económico, que se espera que caiga al 5.2% este año, según un sondeo de Reuters.
Los inventarios de cobre en almacenes registrados en la LME han caído a 83.800 toneladas, desde más de 250.000 toneladas en agosto. Las existencias de cobre en las bodegas seguidas por la Bolsa de Futuros de Shanghái están cerca de su menor nivel desde 2009 a 29,182 toneladas.