El cobre tocó un máximo de 9 años y medio el martes antes de retroceder, mientras que los inversores evaluaban si la fuerte demanda y la escasez de suministros son suficientes para extender el impresionante repunte.
A las 11:40 (GMT), el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subía un 0,2% a US$ 9.112 la tonelada, tras llegar a los US$ 9.305, máximo desde agosto de 2011.
Los precios se han disparado un 16% en febrero, la mayor subida mensual desde noviembre de 2016, llevando las ganancias desde principios de 2020 a alrededor del 50%.
Muchos analistas esperan que la demanda de las industrias de la energía y la construcción supere la oferta, lo que podría llevar los precios a un territorio récord por encima de los US$ 10.190 la tonelada.
El cobre puede necesitar una pausa en el corto plazo, pero la perspectiva es optimista, dijo el analista independiente Robin Bhar. “Esperaría que las correcciones sean bastante breves”.
El mercado de cobre refinado de aproximadamente 24 millones de toneladas al año ya está en déficit y tuvo un suministro insuficiente de 589,000 toneladas en los primeros 11 meses de 2020, dijo el Grupo Internacional de Estudio sobre el Cobre (ICSG).
A fines de la semana pasada, los especuladores registraban posiciones largas netas en el cobre de la LME al 54% de los contratos abiertos y en el cobre de la Bolsa de Futuros de Shanghái (ShFE) al 39% de los contratos abiertos, dijo Marex Spectron.