El cobre tocó el miércoles un máximo de ocho años ante el aumento de las expectativas inflacionarias por el estímulo estadounidense, la caída del dólar, la disminución de las tasas de infecciones por coronavirus y el descenso a mínimos históricos de los inventarios del metal.
A las 11:14 (GMT), el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) sumaba un 1,6% a US$ 8.277 dólares la tonelada. Los precios del metal llegaron más temprano a los US$ 8.302,50, avance de casi 90% desde marzo y máximo desde febrero de 2013.
“La idea de que el estímulo estadounidense conducirá a una mayor inflación se ha afianzado esta semana, lo que es positivo para el cobre y otras materias primas utilizadas como cobertura contra la inflación”, dijo Tom Mulqueen, analista de Amalgamated Metal Trading.
“Los nuevos casos de coronavirus están comenzando a disminuir y el dólar está más bajo”.
Se espera que el plan de estímulo de US$ 1.9 billones del presidente Joe Biden impulse el crecimiento económico y alimente la inflación a un ritmo más rápido de lo esperado anteriormente.
Una moneda estadounidense más débil hace que los productos básicos denominados en dólares sean más baratos para los tenedores de otras divisas, lo que podría impulsar la demanda.
La distribución de vacunas en muchos países y las tasas más bajas de infecciones por coronavirus han aumentado las esperanzas de poner fin a los bloqueos, aunque a un ritmo lento.
Las existencias de cobre en los almacenes registrados en la LME suman 74.675 toneladas, cerca del mínimo de 15 años de septiembre pasado.