Argentina prioriza estabilidad sobre crecimiento acelerado

(Bloomberg) -El gobierno de Argentina busca acabar con un ciclo de auge y caída que incluye dos defaults desde 2001, y está dando prioridad a un crecimiento más lento y más sostenible.

El gobierno del presidente Mauricio Macri está dispuesto a renunciar a las tasas de crecimiento similares a las de China que experimentó durante el mandato del ex presidente Néstor Kirchner con el fin de limitar la volatilidad, dijo Lucio Castro, secretario de la Transformación Productiva. En una entrevista en sus oficinas en Buenos Aires, explicó que este ciclo de crecimiento será un camino más largo, con tasas de crecimiento razonables y sostenibles. Explicó que Argentina nunca tuvo una década con un crecimiento promedio del 3%, sino que las tasas de crecimiento similares a las de China se dieron en los primeros años de los Kirchner y luego hubo un largo período de estancamiento.

En su primer año en el cargo, Macri luchó por sacar a la economía de la recesión, conforme la inflación se aceleró y la inversión disminuyó. Eso está cambiando ahora. Las estimaciones preliminares compiladas por el Ministerio de Producción muestran que la economía creció alrededor de 1% en enero con respecto a diciembre, luego de salir de la recesión en los últimos tres meses de 2016 con un crecimiento intertrimestral del 0,9%, dijo Castro. Argentina espera que el producto interno bruto crezca 3,5% este año, impulsado por un crédito creciente, un programa expansivo de obras públicas, una recuperación del consumo privado y la inversión, dijo Castro. Bajar la inflación y reducir los costos de los préstamos aumentará la demanda de hipotecas, lo que a su vez impulsará la construcción, dijo.

MENOS COMPETITIVO
Castro espera que el consumo privado, que se contrajo en 2016, se recupere a medida que los salarios se desacoplen de la desaceleración de la inflación. Al mismo tiempo, el gobierno está tratando de aumentar la inversión privada a 24% del PIB desde 16% el año pasado, dijo.

Castro está a cargo de retirar del sector industrial de Argentina las medidas proteccionistas que prevalecieron durante los gobiernos de Kirchner y permitieron a las empresas sobrevivir, a pesar de que se volvieron menos competitivas. Una de las pruebas clave para la nueva política vendrá el 31 de marzo, cuando Argentina elimine un arancel del 35 por ciento a las importaciones de laptops y otros accesorios como tabletas. Bangho, que produce computadoras portátiles, dijo que dejará de producir y que se concentrará en las importaciones, despidiendo a muchos de sus trabajadores.

El gobierno está ayudando a las empresas a transformar sus negocios para fabricar productos que son más competitivos, como electrodomésticos y luces LED, dijo Castro. La eliminación de los aranceles de importación hará que probablemente 700 personas que trabajan en las líneas de montaje pierdan sus empleos, pero creará por lo menos 10.000 conforme los precios más bajos de las computadoras - una herramienta clave para muchas empresas - les permita aumentar la producción y contratar a más personas.

Sin embargo, Castro enfatizó que los cambios que Macri está implementando serán graduales y que no están planeando abrir la economía como lo hicieron en los años 90.
El gobierno también ha mantenido conversaciones con sindicatos y líderes empresariales para reducir los costos laborales. Después de llegar a un acuerdo con los trabajadores petroleros del yacimiento de shale de Vaca Muerta, el gobierno espera anunciar acuerdos similares este mes en las industrias de automóviles y energías renovables, dijo Castro.