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La Reserva Federal de Estados Unidos dejaría la política monetaria sin cambios la próxima semana y sus comentarios mostrarían que sigue en curso a aplicar dos alzas de tasas más este año, por más que continúan acumulándose datos que reflejan que la expansión habría tocado su techo.
La economía estadounidense mantiene un ritmo de crecimiento aceptable, en gran medida por el estímulo que significó el recorte de impuestos del gobierno del presidente Donald Trump. Sin embargo, este año la bolsa sufrió volatilidad y dejó de avanzar, anticipando un futuro más tenue.
“A menos que haya un improbable derrumbe masivo de las acciones de Estados Unidos, es dudoso que la Fed vaya a vacilar para (implementar) una subida de tasas en junio”, dijo en un informe Stephen Innes, jefe de operaciones de la firma Oanda en Singapur.
Este es el tipo de pistas que buscarán los analistas en el texto que acompañará la decisión del organismo. Una fuente de confianza es la solidez del mercado laboral, que en abril habría creado 198.000 empleos, según un sondeo de Reuters para el reporte que se conocerá poco después del anuncio de la Fed.
Nuevos indicios de la pérdida de impulso de la economía se verían en los índices de gerentes de compras (PMI, por sus siglas en inglés) entrantes. Por ejemplo, el PMI manufacturero del instituto estadounidense ISM sería de 58,6 para abril, conservando la tendencia plana que empezó a fines de 2017.
En una línea similar, la medición preliminar de la marcha del producto interno bruto (PIB) de la zona euro en el primer trimestre arrojaría un ritmo de 2,6 por ciento. Si bien esta tasa aún resultaría fuerte, representaría un leve descenso desde el período anterior.
El frente de los anuncios de resultados empresariales seguirá muy activo, con informes esperados de empresas estadounidenses como Apple, McDonald’s y Merck. En Europa se aguardan los reportes de BP, Standard Chartered y Siemens, entre otras.
Por otra parte, los economistas están a la expectativa de una presentación que hará el Tesoro estadounidense sobre sus planes de financiamiento, que podrían arrojar alguna luz sobre la nivelación de la curva de rendimientos de los bonos, un tema muy técnico, pero que podría augurar un freno de la economía.
