Qatar anunció el lunes que abandonará la OPEP a partir de enero para centrarse en sus ambiciones gasíferas, en un golpe para Arabia Saudita, líder de facto del cartel, que limita los esfuerzos por mostrar unidad antes de una reunión de esta semana de exportadores de crudo para hacer frente a una caída en los precios.
Doha, uno de los productores de petróleo más pequeños de la OPEP pero el mayor exportador mundial de gas natural licuado (GNL), está envuelto en una prolongada disputa diplomática con Arabia Saudita y otros estados árabes.
Qatar aseguró que su decisión no estaba impulsada por temas políticos, pero en un aparente golpe a Riad, el Ministro de Estado de Asuntos Energéticos, Saad al-Kaabi, dijo: "No estamos diciendo que vamos a salir del negocio del petróleo, pero éste está controlado por un organización gestionada por un país".
Al-Kaabi dijo en una conferencia de prensa que la decisión "fue comunicada a la OPEP", pero aclaró que Qatar asistirá a la reunión del grupo que se desarrollará el jueves y viernes y que cumplirá con sus compromisos.
También explicó que Doha se enfocará en su potencial gasífero porque no era práctico para Qatar "poner esfuerzos, recursos y tiempo en una organización en la que somos un actor muy pequeño y en la que no tenemos nada que decir sobre lo que sucede".
Los delegados de la OPEP, que tiene 15 miembros, incluido Qatar, trataron de minimizar el impacto. Pero perder a un miembro de larga data socava los intentos por mostrarse unidos antes de una reunión en la que se lograría apoyar un recorte en los suministros para apuntalar los precios del crudo, que se ha desplomado casi un 30 por ciento desde octubre.
"No son un gran productor, pero han jugado un papel importante en la historia ( de la OPEP)", dijo una fuente de la organización.