Adam Neumann, el carismático emprendedor que llevó a WeWork a convertirse en uno de los emprendimientos más valiosos del mundo, renunciará como director ejecutivo, luego de que un plan para que la empresa se haga pública se estrellara contra un muro.
Los miembros de la junta de WeWork han estado presionando a Neumann en los últimos días para que se haga a un lado, asumiendo un nuevo rol como presidente no ejecutivo. La medida está diseñada para rescatar una oferta pública inicial, la cual fue recibida con desprecio inmediato por parte de los inversionistas públicos. Una letanía de conflictos de intereses aparentes y la propensión de Neumann a quemar el capital fueron las principales preocupaciones.
Dos altos ejecutivos de WeWork, Sebastian Gunningham y Artie Minson, se convertirán en codirectores ejecutivos. La empresa matriz de WeWork, We Co., tiene la intención de seguir adelante con la OPI, pero algunas personas informadas sobre las deliberaciones dijeron que es poco probable que tenga lugar el próximo mes, como estaba previsto. Los nuevos codirectores ejecutivos dijeron en un comunicado que estarán “evaluando el momento óptimo para una OPI”.
Neumann también acordó reducir aún más su influencia sobre las decisiones corporativas, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque los detalles son privados. Después de una salida a bolsa, sus acciones tendrían tres votos por acción, en comparación con 20 en el plan inicial.
“Si bien nuestro negocio nunca ha sido más fuerte, en las últimas semanas, el escrutinio dirigido hacia mí se ha convertido en una distracción importante”, dijo Neumann en un comunicado el martes. “He decidido que lo mejor para la compañía es renunciar como director ejecutivo”.