¿Tiene por ahí un dinerito y no sabe qué hacer con él? ¿Tiene miedo a ponerlo en un banco y que luego de unos meses tenga menos dinero por el mantenimiento de cuenta? ¿No quiere perder dinero en la bolsa?
En el mercado financiero existen distintas opciones para hacer crecer su dinero, desde las más seguras hasta las más arriesgadas.
SI NO LE GUSTA EL RIESGO
Si prefiere lo seguro, puede optar por instrumentos de renta fija. Pero, ¿qué significa eso? Son eso mismo, mecanismos de inversión que le ofrecen rendimientos fijos. Si va al banco, puede elegir una cuenta de ahorros que le paga una tasa de interés fija, por ejemplo, 1% al año, o una cuenta a plazo que puede llegar aproximadamente a 5%. Y en estos casos hay dos cosas seguras: no ganará más de ese 5%, y no ganará menos de esa misma tasa. Ni siquiera si la entidad quiebra, pues su dinero está respaldado por el Fondo de Seguro de Depósitos.
Pero la cosa no queda solo en las cuentas de ahorros o depósitos. Puede elegir también un bono corporativo, que tambén le ofrecerá un rendimiento fijo. Cómo funciona? En vez de depositar su dinero, usted se lo presta a una empresa. Esta le da un documento (bono) que acredita dicho préstamo y que, por contrato supervisado por la Superintendencia del Mercado de Valores, le asegura que le devolverá en un determinado plazo su dinero más intereses.
¿Escuchó hablar de papeles comerciales? Son casi lo mismo que los bonos. La diferencia es que los papeles comerciales le prometen devolverle su dinero y sus intereses hasta en un año, y los bonos lo harán dentro de un año o más.
SI LE GUSTA GANAR
Si esá dispuesto a aceptar volatilidad, busque instrumentos de renta variable. Estos normalmente ganan, y mucho más que los de renta fija, pero para ello debe ser paciente y tolerar que en determinados momentos pierda algo de dinero, que luego será más que compensado.
Un ejemplo de renta variable son las acciones, en las que el inversionista compra una fracción del capital social de la empresa, cuyo valor va variando de acuerdo a los resultados de la misma.
SI NO SE DECIDE
Si usted no está en conforme con ninguna de las situaciones descritas, puede optar por intermedios, ya sea en el justo medio o sesgado hacia más riesgo o menos riesgo. Para esto puede armar portafolios, es decir, no poner todo su dinero en un solo instrumento, sino, por ejemplo, una parte en ahorros y otra parte en acciones.
También puede optar por fondos mutuos, que le ofrecen estas combinaciones.
La decisión es suya. Recuerde que al ahorrar lo que hará será mantener el valor de su dinero en el tiempo, pues lo que le pagan por sus ahorros usualmente compensa la inflación. Si invierte, asumirá más riesgo, pero puede ganar más. Una vez alguien dijo : “nadie se hace rico ahorrando, sino invirtiendo”.