Desde el 30 de diciembre de 2020 el Banco Central de Reserva del Perú (BCR) puso en circulación una serie de tres monedas dedicadas a mujeres patriotas que lucharon por el país: Brígida Silva de Ochoa, las heroínas Toledo y María Parado de Bellido.
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Brígida Silva de Ochoa
Brígida Silva (1767-1840) formó parte de una familia simpatizante de la causa patriótica por la cual arriesgó incluso la vida. Con el apoyo de su esposo, Francisco Ochoa Camargo, Brígida fue informante del frustrado levantamiento de Aguilar y Ubalde en la capital imperial. La labor de llevar y traer comunicaciones de los patriotas era sumamente peligrosa; sin embargo, como su hijo se encontraba acuartelado en Santa Catalina sirviendo al ejército realista, Brígida prosiguió sus labores de espionaje, además del cuidado de prisioneros a los que llevaba consuelo, noticias y alimentos.
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El 11 de enero de 1822, el general José de San Martín la declaró públicamente como “hija de la Patria”. Brígida falleció en Lima a una edad avanzada, rodeada del respeto de sus conciudadanos, aunque empobrecida, sin lograr cobrar puntualmente la pensión de treinta pesos que el gobierno le prometió.
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Heroínas Toledo
Las hermanas María e Higinia Toledo y la madre, Cleofé Ramos de Toledo, eran habitantes de Concepción, un pueblo cerca de Huancayo. Además, pertenecían a una familia rica que defendió la causa independentista. Sus actos fueron vitales para evitar el avance del ejército realista en la sierra peruana.
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Entre marzo y abril de 1821, los españoles avanzaban hacia Concepción. Tras varias cargas de fusilería, las Toledo, a la cabeza de la defensa del pueblo, cortaron las amarras del puente colgante, en medio del fuego enemigo y brindando el tiempo necesario para salvar a los patriotas. Don José de San Martín entregó a la matriarca, Cleofé Ramos de Toledo, la Medalla de Vencedoras.
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María Parado de Bellido
María Parado de Bellido nació en Ayacucho, en 1761. Hija de criollo e indígena, se sumó al proyecto independentista y fue espía de las montoneras de la sierra central. Gracias a su información los patriotas pudieron adelantarse al movimiento enemigo.
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Es considerada Mártir de la Independencia, fue fusilada por los españoles en Huamanga, en 1822. Parado de Bellido se negó a dar información sobre las actividades del grupo independentista. Antes de morir dejó su célebre frase: "No estoy aquí para informar a ustedes, sino para sacrificarme por la causa de la libertad".