El titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Alonso Segura, explicó que hay dos problemas que se presentan cuando se propone reducir la tasa del Impuesto General a las Ventas (IGV).
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"El primer punto es que si bajas el IGV, la historia demuestra que subirla es prácticamente imposible. Entonces no queríamos tomar ninguna medida de impuestos que no considerásemos que debía ser permanente", explicó en La Hora N.
El segundo tema es que no hay una certeza de que una bajada del IGV tenga un impacto directo en la economía.
"Cada punto porcentual del IGV te cuesta S/. 2.500 millones. Para la magnitud que podrías bajar, se puede quedar en márgenes de redondeo, podrías dar liquidez a las empresas, pero no queda claro que fuera trasladado (al consumidor)", comentó.
Más efectivo que ajustar la tasa del IGV es ir desmontando los sistemas de pago de este impuesto (retenciones, percepciones y detracciones) que asumen las empresas para recaudar los ingresos de la Sunat.
"Con la disminución de 40 a seis bienes sujetos al régimen de percepción, que se publicarán mañana o el sábado, se liberará más de S/. 2.500 millones y eso equivale en términos de liquidez la bajada de un punto del IGV ", añadió.
Además señaló que esos sistemas de recaudación "son bastante más distorsionantes que la tasa misma del IGV", porque generan costos a las empresas para hacer una labor de recaudación que le compete a la Sunat.
Más aún, afirmó que con el desmontaje en las percepciones y las propuestas tributarias de disminución del Impuesto a la Renta para personas naturales y jurídicas así como la reinversión de utilidades (aproximadamente un total de S/. 4.500 millones), "nos cuesta básicamente el equivalente a un poco menos de la bajada de dos puntos del IGV".