La última encuesta de El Comercio-Ipsos reveló que el alto costo de vida es el principal problema que afecta a los peruanos. Ese resultado corrobora la difícil situación que pasan hoy las familias para enfrentar el alza histórica de la inflación.
El reciente informe publicado por el INEI así lo confirma: según datos para el trimestre febrero-marzo-abril en Lima, los niveles de empleo adecuado e ingresos provenientes del trabajo están lejos de recuperar los registrados en el 2019, antes de la pandemia.
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Cifras de empleo
En concreto, el INEI reporta que existen 2,7 millones de limeños que, durante los últimos tres meses, cuentan con un empleo adecuado. Si bien la cifra es un 41,1% mayor frente al 2021, esta es un 11,7% menor en relación con lo observado hace tres años.
Paola del Carpio Ponce, coordinadora de investigación de la Red de Estudios para el Desarrollo, recordó que se consideran trabajadores adecuadamente empleados a quienes laboran 35 o más horas a la semana y reciben ingresos por encima del ingreso mínimo referencial, calculado al dividir el valor de la canasta mínima de consumo entre el número promedio de personas que conforman un hogar.
“Lo que más preocupa es que hay un retroceso de este tipo de empleo en las empresas más productivas, de cincuenta a más trabajadores. Esto puede tener que ver con una paralización de las inversiones a futuro”.
Paola del Carpio Ponce, coordinadora de investigación de la Red de Estudios para el Desarrollo
El INEI reporta que, durante el trimestre que va de febrero a abril, el empleo adecuado en empresas de 51 trabajadores a más es 17,3% menor frente a lo visto en el 2019. Esas caídas se repiten para las empresas de menor tamaño [ver infografía].
Cuando se observa el empleo adecuado total en Lima por tipo de educación, se observa que los más perjudicados tras la pandemia son aquellos con educación superior universitaria: totalizan los 807 mil limeños, lo cual es un 13,8% menor que en el 2019.
En paralelo, los subempleados totales en Lima Metropolitana alcanzan los 2,2 millones: un 31,1% más que en el 2019, un 55,9% más que en el 2020 y 6,4% más que en el 2021.
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Ingresos
El ingreso promedio proveniente del trabajo que se registró en Lima Metropolitana entre febrero y abril del 2022 fue de S/1.632: monto que es un 4,9% (S/75) mayor frente al mismo período del 2021, pero es 6% (S/103) menor comparado con el 2019. Así, los ingresos en la capital aún no logran recuperarse después de tres años.
“El poder adquisitivo de las personas está retrocediendo. Se requiere inversión para generar más empleo adecuado y disminuir la rigidez en el mercado laboral. De lo contrario, no habrá contrataciones o serán informales: sin protección social y sueldos por debajo del mínimo. Lo que es preocupante en el contexto inflacionario que vivimos ahora”, agregó Del Carpio.
Economía a marzo
La producción nacional en el tercer mes del año anotó un crecimiento de 3,79%, menor de lo que se registró en el mes previo (4,88%).
En marzo, la actividad económica estuvo impulsada por los sectores comercio, alojamiento y restaurantes, manufactura, entre otros. Por el contrario, tres sectores anotaron descensos: pesca (-25,10%), financiero y seguros (-6,35%) y minería e hidrocarburos (-1,21%).
Para César Fuentes, director de la Maestría en Gestión Pública de ESAN Graduate School of Business, la caída en el rubro minero resulta preocupante dada la coyuntura de precios que se vive en el sector. “Tenemos un problema serio de producción en el cobre y el oro, lo que afecta ahora y el futuro, porque los nuevos proyectos toman tiempo en madurar”, dijo. Agregó que, al encontrarnos ya cerca de la mitad del año, se requiere una visión más proactiva y en favor del crecimiento desde el Ejecutivo.
En el sector de minería e hidrocarburos, la minería metálica registró un descenso de 3,21% por segundo mes consecutivo, ante la menor producción de minerales como el zinc (-9,80%), oro (-9,37%) y cobre (-1,58%).
El INEI refiere que esta caída responde al menor volumen en plantas concentradoras, “agravada por la continuidad de la conflictividad social, con acciones colectivas de protesta, hechos de violencia, bloqueos de vías y toma de instalaciones por las comunidades”.