El mercado de fertilizantes mueve 1,1 mlls. de toneladas
El mercado de fertilizantes mueve 1,1 mlls. de toneladas

Pese al dinamismo de la producción agrícola de los últimos años, el mercado local de , insumos que actúan como vitaminas para los cultivos, aún es pequeño en comparación con sus pares de la región. De acuerdo con Adolfo Polo y La Borda, gerente general para el Perú y Bolivia de la noruega Yara, la plaza local movió más de 1,1 millones de toneladas al año, volumen que representó la tercera y cuarta parte de lo comercializado en Colombia y México, respectivamente. 

Impulsado por los grandes proyectos de irrigación y mejores campañas agrícolas tras El Niño, el negocio tiene espacio para expandirse y emplear insumos con nutrientes, tendencia mundial en la que el Perú aún está rezagado. “Más del 50% de los fertilizantes que se usan en el campo aún son genéricos y sin los micronutrientes de última generación”, apuntó el directivo. 

Con un 30% del mercado local consolidado –por mayores ventas en Trujillo, Ica, Chiclayo y Piura–, Yara tiene un portafolio de unos 80 productos, pero solo una docena de ellos poseen mayor tecnología, por la limitante del precio.
Así, mientras estos productos llegan a la agroindustria –que genera el 40% de sus ventas– es difícil acercarlos al pequeño agricultor, responsable del 60% del volumen colocado, explicó.

—Uniformidad—
Para acercar la oferta de productos más sofisticados al total de la industria agrícola, Polo y La Borda consideró necesario uniformizar el trato del IGV para los fertilizantes.
En efecto, el representante de Yara explicó que desde el 2008 se aplicó una exoneración tributaria vigente hasta el 31 de diciembre del 2018 a una lista de fertilizantes cuyas partidas incluyeran nitrógeno, fósforo y potasio como compuestos separados, así como algunas mezclas entre ellos. 

Sin embargo, agregó, con las innovaciones progresivas a estos productos, la oferta quedó dispareja y se alejaron nuevos insumos a los agricultores por su mayor costo. 
Según Polo y La Borda, de considerarse una ampliación de la exoneración del IGV, el impacto al erario sería de S/7 millones. En contraparte, prosiguió, se estimularía la productividad y competitividad a los cultivos de los 2 millones de agricultores del campo. “Gravar impuestos a todos también es otra opción. Solo queremos orden”, anotó. 

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