El mercado inmobiliario ha recuperado su dinamismo durante el 2018. Ello se refleja en el crecimiento del crédito hipotecario, especialmente los otorgados por el sistema bancario, cuyo flujo creció 9,2% en los 12 meses terminados en agosto de este año, según cifras de Asbanc.
Esto se refleja en el número de viviendas vendidas durante el 2018. Según cifras de la consultora Tinsa, la venta de viviendas nuevas ha venido creciendo gradualmente, pasando de colocarse 2.600 unidades inmobiliarias durante el primer trimestre del año a 2.664 unidades al segundo trimestre y a 3.118 unidades en el tercer trimestre.
Según precisa el último reporte semanal del Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank, los principales factores que han explicado el comportamiento positivo del sector inmobiliario son: la mejora en los ingresos de la población, la creciente demanda insatisfecha (por parte de hogares que no cuentan con una propiedad), el mayor acceso a los créditos hipotecarios y la recuperación de la colocación de los créditos otorgados, mediante programas habitacionales promovidos por el Gobierno.
En detalle, el empleo formal ha sostenido un buen desempeño en los últimos meses, tomando en cuenta la tendencia positiva de los puestos de trabajos formales que registraron un crecimiento interanual de 3,9% en agosto de este año. Esto, a su vez, ha elevado el poder adquisitivo de la población y mejorado su capacidad de pago.
A ello se suman las mejores condiciones para adquirir un crédito hipotecario, la relativa estabilidad de precios y un mayor desembolso de los nuevos créditos Mivivienda, que llegaron en el octavo mes del año de este año a los 4.739 créditos otorgados con un monto acumulado de S/635 millones.
PERSPECTIVAS DEL SECTOR
El sector inmobiliario mantendría su dinamismo al cierre del 2018, impulsado por las colocaciones de créditos hipotecarios que cerrarían con un crecimiento cercano al 10%, prevé el reciente informe de Scotiabank.
El mayor acceso al crédito hipotecario, producto de un mayor número de personas que cuentan con un empleo formal permanente, sumado a las bajas tasas de interés promedio del sistema y a la relativa
estabilidad de precios, producirían este escenario.
En tanto, para el 2019 se mantendría el crecimiento del sector, ante la mejora del empleo formal que impulsa la demanda por vivienda, el continuo desarrollo de proyectos inmobiliarios y el impulso para la colocación de créditos vía programas sociales de vivienda.