Tres patriotas entre nuestros servidores públicos
Tres patriotas entre nuestros servidores públicos
Viviana Gálvez Cordova

“En una sociedad donde existe una mirada negativa a todo accionar del Estado, y donde el servidor es visto como una persona que no sabe, que es ineficiente e, incluso, corrupta, poder visibilizar actividades que se hacen para facilitar la vida a las personas, y que funcionan, es algo extremadamente positivo”, opina Flavio Ausejo, especialista en políticas públicas y director gerente de Ausejo Consulting, sobre el Premio Buenas Prácticas en Gestión Pública, cuyos ganadores fueron presentados días atrás.

Óscar Espinosa, CEO de Ferreyros y miembro del jurado de este premio, destaca el incremento de participantes y propuestas presentados anualmente al concurso.

Pero Ausejo también resalta una realidad no tan positiva: si bien existen prácticas destacables, estas no siempre son sostenibles. Es decir, funcionan porque existen condiciones muy particulares, como la voluntad política del responsable de la entidad y la capacidad de gestión para llevarlas a cabo. “Tenemos un producto que es posible que funcione, porque hay ganas de hacerlo y no porque responda a la inercia burocrática”, advierte el especialista.

Este año, destacaron tres instituciones premiadas por su aporte al clima de negocios: Essalud, el Indecopi y la Sunat.  

1.- Pago automatizado del subsidio de lactancia, a fin de facilitar su cobro.
Las madres de familia podían esperar hasta cuatro horas para cobrar el subsidio de lactancia en Essalud, y no necesariamente su intento sería exitoso. Entre los problemas que existían, estaban la cantidad de documentos que se pedían, la inexistencia de información en línea con el Reniec, y las diferentes plataformas de atención, que causaban confusión a los usuarios.

Ante ello, Essalud integró sistemas en línea con otras entidades públicas y redujo los tiempos de espera considerablemente, ya que obtenía la información de manera inmediata. Así, también el trámite ahora consta de un solo formulario.

“A partir del 2013, la presidenta Virginia Baffigo busca humanizar los servicios de salud, y todos comenzamos a averiguar cómo estábamos brindando nuestros servicios y cómo podíamos mejorarlos”, explica Eloy Monroy, gerente de Prestaciones Económicas de Essalud.

Pero no fue fácil. Como todo cambio, requirió adaptaciones internas, admite Monroy. “En Essalud trabajan alrededor de 60.000 personas; hacer un cambio tecnológico genera temor y desconfianza”, detalla.

También está el miedo a los controles por parte de la contraloría, que es producto de la gran cantidad de normas que rigen y deben cumplir los funcionarios. “Tenemos tantas leyes, tantos procedimientos a nivel del Estado, que en realidad es increíble”.
 

2.- Eliminación de barreras burocráticas de manera preventiva y sin sanción.
El equipo liderado por Delia Farje en el Indecopi ha dado un paso más allá: no solo espera que los ciudadanos y empresas denuncien barreras burocráticas –que en la práctica significan requisitos innecesarios, desproporcionales o, incluso, sin sustento legal–, sino que ha identificado estas posibles barreras y ha notificado a las entidades públicas que las exigen. Así, ha logrado la eliminación de más de 1.300 barreras burocráticas. Para tener una idea más clara, la eliminación de 200 ha significado un ahorro de alrededor de S/17,5 millones. 

Además, el equipo de Indecopi no ha tenido que imponer sanciones a estas entidades, pues la mayoría ha eliminado voluntariamente estos requisitos.

La relevancia de este accionar de Indecopi –hacerlo sin esperar una denuncia– es que los efectos de la eliminación son beneficiosos para todos los ciudadanos, y no solo para aquella persona que interpone la denuncia.

“Si te comprometes a trabajar en el Estado, es porque te enamoras de lo que estás haciendo; y quieres dentro de las funciones que te tocó ver cómo haces para aprovechar la norma y las facultades que tienes, para hacer lo mejor posible dentro de lo que la norma te permite”, explica Farje, sobre los motivos para impulsar este tipo de iniciativas.

La funcionaria agrega que próximamente la institución publicará manuales dirigidos a entidades públicas y ciudadanos, para que sepan cómo plantear denuncias y –por parte de las entidades públicas– cómo crear su regulación y no imponer barreras burocráticas. 

3.- Aplicación móvil para acceder a los servicios de la Sunat. Desde el 2015, la Sunat se propuso cambiar su forma de relacionarse con los contribuyentes. Con ese objetivo, y teniendo en cuenta la gran cantidad de usuarios de teléfonos inteligentes, surgió la aplicación móvil (app) de la Sunat, que permite servicios de emisión y reversión de recibos por honorarios, facturas y boletas, denuncias ante casos de no emisión de boletas o facturas por parte de proveedores, consultas de RUC de las organizaciones y personas, y la verificación de permisos de vehículos que transportan bienes fiscalizados. 

Hasta el momento, la aplicación ha sido descargada por más de 120.000 usuarios y ha permitido que se emitan más de tres millones de recibos por honorarios, detalla Martín Ramos, jefe de esta institución.

“Hoy debemos explotar la tecnología, pues permite en general que los usuarios puedan así reducir sus costos y tener mayores facilidades para cumplir las obligaciones. Además, la tecnología debe permitir que las necesidades de los organismos públicos puedan ser satisfechas por una única vía”, opina el funcionario.

Su meta es que al 2018, el 100% de los trámites en la Sunat pueda hacerse de manera electrónica. 

Por el momento, la entidad ya trabaja una aplicación móvil para los servicios de aduanas y comercio exterior, que espera tener lista en lo que queda del año. “Esto permitirá dar información, por ejemplo, sobre cuál es el estado de su declaración, si ya tiene levante. Hoy esa comunicación la ven a través del portal o vía telefónica. La idea es que desde donde estén puedan ver cuál es su situación”, detalla Ramos. 

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