Retraso para hablar, caminar, sistema inmune débil y riesgo académico son algunas de las graves consecuencias de padecer anemia a temprana edad. El impacto de esta afección al desarrollo cerebral de los niños entre 6 a 35 meses es irremediable. Este problema de salud pública afecta hoy a 4 de cada 10 niños del país sin importar su estrato económico.