En plena era digital, la tecnología ha transformado casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, incluyendo la forma en que los niños juegan, aprenden y se entretienen. Sin duda, con el auge de los dispositivos electrónicos, como los teléfonos inteligentes, las tabletas y las consolas de videojuegos, los infantes están cada vez más inmersos en mundos virtuales, lo cual puede traer consigo una serie de consecuencias significativas para su salud física. En definitiva, uno de los efectos más preocupantes es el aumento del sedentarismo, una tendencia que puede tener repercusiones graves y un impacto negativo en la calidad de vida futura de los menores.
Según un estudio de la Academia Americana de Pediatría, se estima que el 80% de los niños pasan al menos 3 horas al día frente a las pantallas, ya sea viendo televisión o utilizando dispositivos móviles o jugando videojuegos. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, el 80% de los niños y adolescentes no realizan suficiente actividad física, cuando en realidad, necesitan al menos 1 hora diaria de algún tipo de ejercicio, como correr, bailar, montar bicicleta, patinar, entre muchas otros.
Asimismo, la OMS destaca que, el incumplimiento de las recomendaciones actuales sobre la actividad física regular provoca más de 5 millones de muertes anuales en todo el mundo en los distintos grupos etarios.
¿Cuáles son los principales riesgos para la salud asociados con el sedentarismo en la infancia?
Hoy en día, el sedentarismo está considerado como una pandemia mundial silenciosa, pues es un factor de riesgo de diversas patologías, tales como las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la prediabetes, la dislipidemia o el incremento de grasa en sangre e incluso la hipertensión, explicó el doctor Carlos Álvarez Murillo, cardiólogo pediatra de Clínica Internacional a Hogar y Familia.
“Es importante mencionar que la obesidad es una condición bastante grave, pues acelera la arteriosclerosis, el envejecimiento prematuro del corazón, el riñón y las arterias, así como puede incrementar la prevalencia de desarrollar hígado graso. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Perú tiene la tasa más alta de obesidad infantil en Sudamérica. Antes de la cuarentena del Covid-19, los especialistas atendían hasta 10 nuevos casos de obesidad infantil, cifra que ahora se ha duplicado. Actualmente, se calcula que al menos 3 de cada 10 niños y adolescentes de entre 5 y 19 años viven con sobrepeso. Además, es fundamental tener en cuenta que, los niños sedentarios tienen un 60% más de padecer de obesidad y un 40% más de riesgo de sufrir de enfermedades cardiovasculares”.
¿Qué impacto tiene el sedentarismo en la salud cardiovascular de los niños?
Está demostrado que, el sedentarismo puede condicionar el aumento del peso del menor y, por ende, la obesidad generar muchas otras comorbilidades en la parte cardiovascular, neurológica, endocrinóloga, muscular y reumatológica. Sin embargo, como recalcó Rafael Ángel Berríos, cardiólogo pediatra de la Clínica Ricardo Palma, desde el punto de vista cardiovascular, la falta de actividad puede incrementar la masa muscular cardíaca, es decir, una cardiomegalia o un corazón grande, ya que con el tiempo se puede producir una dilatación cardíaca, la cual disminuye su función y da lugar al aumento de diversas complicaciones, como arritmias cardíacas, al igual que, algunos problemas coronarios, como infartos o isquemias precoces en los niños.
“Básicamente, la falta de actividad física en la infancia, puede originar a largo plazo o en la vida adulta, un aumento del colesterol y los triglicéridos, una disfunción ventricular o una capacidad cardíaca disminuida, lo que significa que la persona se vuele más intolerante al ejercicio o se cansa muy rápidamente al realizar algún tipo de actividad física. Igualmente, puede padecer de arritmias cardíacas, taquicardias y presentar alteraciones musculares del corazón, como la hipertrofia ventricular cardíaca, la cual consiste en que este órgano se torna más grueso y musculosos, lo que ocasiona la fatiga pronta o la falta de oxígeno durante la actividad”.
¿Cuáles son los síntomas que indican posibles problemas cardíacos relacionados al sedentarismo?
De acuerdo con el doctor Álvarez, los padres deben estar atentos a los siguientes signos y síntomas que pueden indicar posibles problemas cardíacos en sus hijos, especialmente, si llevan un estilo de vida sedentario:
- Sobrepeso.
- La aparición de manchas oscuras en los pliegues del cuello, brazos e ingle (acantosis nigricans).
- Fatiga persistente.
- Dolor en rodillas o columna.
- Dolores de cabeza.
- Mareos.
- Hormigueo en el cuerpo.
“Uno de los problemas más frecuentes asociado al sedentarismo, son los niños que se cansan y agitan muy rápido, por lo que pueden tener fuertes palpitaciones y taquicardia. Asimismo, otro signo relacionado con los infantes, es el dolor de pecho o en la zona del tórax, el cual es generado porque los músculos y las articulaciones están sedentarios, entonces cuando hacen alguna actividad física que normalmente no realizan, esta área tiende a inflamarse. Por ello, ante la presencia de cualquiera de estos síntomas u otras molestias, es vital acudir con un especialista para poder realizar una evaluación cardiovascular, con el fin de lograr un diagnóstico y determinar el tratamiento más oportuno”, refirió el experto de la Clínica Ricardo Palma.
¿Cuál es el papel de la alimentación en la mitigación de los efectos del sedentarismo en la salud cardiovascular?
Desde luego, es importante hacer referencia a diversos cambios del estilo de vida, en los cuales deben considerarse ciertas modificaciones en la parte nutricional. Como mencionó el cardiólogo pediatra, evitar el sedentarismo, mejorar los hábitos alimenticios y realizar una serie de controles periódicos, es una triada fundamental que todo especialista del área pediátrica, debe recomendar a los padres para generar un cambio en el estilo de vida.
Actualmente, los niños suelen consumir demasiados carbohidratos o azúcares y si bien es cierto, ellos metabolizan rápidamente este tipo de alimentos, también se acumulan en el organismo, específicamente, en la masa abdominal o en la masa grasa.
“Es vital priorizar una alimentación balanceada y saludable, por consiguiente, es necesario aumentar el consumo de frutas y verduras y disminuir la ingesta de carbohidratos, pues genera una alta concentración de caloría, las cuales se almacenan en forma de tejido graso. De igual modo, es importante evitar las harinas, sobre todo, en los niños que llevan una vida sedentaria, dado que contribuyen al incremento del peso. En concreto, es crucial incluir ensaladas de frutas y verduras acompañadas de una porción de 100 a 200 gramos de carne (proteínas) y una pequeña porción (50 a 100 gr) de arroz o fideos”.
¿Cuáles son las actividades más recomendadas para los niños?
Sin lugar a duda, una de las mejores actividades físicas para reducir el riesgo cardiovascular en los niños es la natación. Ciertamente, este deporte no solo favorece a la capacidad cardíaca, sino también a la pulmonar, por lo que en poco tiempo se puede observar un cambio significativo en la salud general de los niños. Como precisó Rafael Berríos, esta es una opción excelente para aquellos con problemas cardíacos como las cardiopatías congénitas, a quienes se les recomienda realizar una aquaterapia, es decir, que los niños desarrollen una capacidad cardíaca y pulmonar adecuada, puesto que el corazón funciona al unísono con el pulmón, por lo que si el menor no respira correctamente, el corazón podría sentir ese tipo de alteración y verse igualmente afectado.
“Una segunda alternativa de actividad física es caminar o trotar, mientras que, otra opción podría ser practicar algún deporte, como fútbol, vóley, basket, etc., los cuales son actividades que mejoran significativamente la capacidad cardíaca y evitan las comorbilidades que están asociadas al sedentarismo. Básicamente, se sugiere hacer entre 30 a 45 minutos diarios, tres o cuatro veces por semana como mínimo”.
¿Cómo se puede fomentar un estilo de vida más activo en la infancia para prevenir problemas cardíacos en el futuro?
Definitivamente, es primordial promover la actividad física diaria, incentivando así la participación en deportes y juegos al aire libre. Por ejemplo, la danza es una buena forma de hacer una actividad de manera alegre y divertida. Asimismo, como recomendó el especialista de la Clínica Internacional, es importante limitar el tiempo en las pantallas, pues el uso excesivo de los dispositivos electrónicos está estrechamente relacionado con el sedentarismo lo que, a su vez, aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares a largo plazo.
“Aparte de las actividades deportivas, en casa es fundamental que los padres contribuyan a una serie de cambios en el estilo de vida, como en la alimentación, así como también fomenten diversos juegos lúdicos, tengan caminatas más frecuentes de 20 o 30 minutos con sus hijos, además de, llevar a los niños a montar bicicleta o realizar algún tipo de actividad en el parque. Igualmente, como los infantes pasan gran parte de su día en el nido o el colegio, es indispensable el papel que ejercen los centros educativos, pues es necesario que implementen programas de educación física o cualquier otra actividad física en favor de la salud de sus estudiantes. También sería recomendable que las escuelas realicen actividades breves entre clases, las cuales les permitan a los niños moverse de sus asientos, ya que esta es una manera de activar algunas hormonas como las endorfinas que ayudan a una mejor estabilidad emocional y a una mayor satisfacción”, indicó Berríos.
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