Milenka Duarte

Una debe aportar todos los -vitaminas y minerales- para un correcto funcionamiento del organismo. Definitivamente, un consumo adecuado es fundamental a cualquier edad, especialmente, en los , quienes se encuentran en pleno desarrollo físico y mental. Como señaló Inmaculada Ferreres-Giménez en un publicado en la plataforma científica Scielo, cada periodo del desarrollo requiere de un apoyo nutricional específico para que el infante alcance todo su potencial, pues una ingesta de micronutrientes que no cumpla las necesidades de las fases más tempranas de crecimiento puede condicionar el futuro del individuo.

Muchas veces, la falta de conocimiento en torno a los requerimientos nutricionalesy las posibles , pueden llevar a que los niños presenten un bajo consumo de alimentos ricos en y , puesto que no solo la ingesta energética total y la de macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) son importantes para un correcto desarrollo. Según explicó María Rodríguez- Palmero en un , la evidencia científica destaca el importante rol que desempeñan los micronutrientes en la salud, ya que su déficit puede ocasionar una , , un inadecuado desarrollo y también incrementa el riesgo de afecciones crónicas, como las , la , la , entre otras.

¿Cuáles son los micronutrientes que necesitan los niños?

En general, es importante que todos los micronutrientes estén presentes en el régimen nutricional de los niños; sobre todo, en los menores de cinco años, pues esta etapa de la vida es crucial para garantizar un correcto desarrollo y evitar consecuencias graves a corto o largo plazo. Sin embargo, los principales son: todo el complejo B (B1, B2, B3, B6, B9 y B12), la vitamina A, la vitamina C, la vitamina D y los minerales, tales como el hierro, el calcio y el zinc, indicó Karen Velásquez Pérez, nutricionista de la Clínica Ricardo Palma a Bienestar de El Comercio.

“Usualmente, se presenta en los infantes, niños y adolescentes un mayor déficit en micronutrientes, como el hierro, el calcio, el zinc, la vitamina A y la vitamina D. Básicamente, esto no necesariamente está ligado a una desnutrición, sino a una malnutrición por una deficiencia alimentaria o por exceso, ya que un niño puede padecer de sobrepeso u obesidad y, aun así, presentar carencias nutricionales”.

Las deficiencias más comunes de micronutrientes incluyen: hierro, vitamina A, vitamina D, zinc y calcio, las cuales pueden evitarse por medio del consumo de alimentos ricos en estos minerales y vitaminas.
Las deficiencias más comunes de micronutrientes incluyen: hierro, vitamina A, vitamina D, zinc y calcio, las cuales pueden evitarse por medio del consumo de alimentos ricos en estos minerales y vitaminas.

¿Por qué se produce un déficit de micronutrientes en los niños?

En primer lugar, como recalcó Velásquez, hay que tener en cuenta que, a partir de los seis meses, los bebés comienzan a alimentarse de otra fuente adicional a la leche materna o fórmula maternizada, razón por la que requieren de alimentos semisólidos y/o sólidos. Posteriormente, empiezan a consumir los alimentos de la olla familiar, lo cual puede representar un verdadero problema, ya que se tiene la idea de que pueden comer de todo, en especial, alimentos de alta densidad calórica y ricos en azúcares y grasas que al final, no les proporcionan los micronutrientes necesarios.

Por otro lado, en un informe del se estableció que, dos de cada cinco niños entre las edades de seis meses y dos años en América Latina, no reciben una alimentación adecuada, lo cual obstaculiza un buen ritmo del crecimiento y desarrollo integral, causando problemas posteriores que trascienden hasta la adolescencia y la vida adulta, puesto que se observan individuos con baja talla y peso, además de dificultades a nivel cognitivo.

"Con el marketing y la aparición de múltiples productos que en realidad no brindan ningún beneficio a los niños, suelen optar por alimentos ultraprocesados"

El rol de los padres es sustancial para la adopción de buenas conductas alimentarias, pues con el marketing y la aparición de múltiples productos que en realidad no brindan ningún beneficio a los niños, suelen optar por alimentos ultraprocesados, los cuales son de rápida preparación o incluso están listos para el consumo, en lugar de priorizar los alimentos naturales, como las frutas, las verduras, los cereales, las carnes, el huevo y los lácteos”, determinó la nutricionista.

¿Cómo los padres pueden identificar si sus hijos están presentado un déficit de micronutrientes?

Los niños preescolares o escolares que presentan un déficit de micronutrientes, pueden tener un retraso en su crecimiento, un mayor cansancio o poca energía al momento de jugar o realizar algún tipo de actividad, así como la necesidad de dormir por más tiempo. Igualmente, tienen dificultad para concentrarse, lo que repercute en su desempeño académico. Por ejemplo, el déficit de hierro causa anemia, mientras que, la falta de vitamina A puede producir una ceguera nocturna. “Desde luego, una consecuencia del déficit de micronutrientes es que los niños sean más propensos a tener problemas de salud y desarrollen enfermedades infecciosas, las cuales se presentan de forma reiterativa, pues estas carencias tienen un impacto significativo en el sistema inmunológico”, planteó la especialista de la Clínica Ricardo Palma.

El déficit de hierro puede causar anemia, lo que puede generar que el escolar tenga dificultad para prestar atención y concentrarse y que se sienta muy cansado.
El déficit de hierro puede causar anemia, lo que puede generar que el escolar tenga dificultad para prestar atención y concentrarse y que se sienta muy cansado.

¿Son buenos los productos fortificados para combatir el déficit de micronutrientes?

Actualmente, en el mercado existen una amplia variedad de productos fortificados con micronutrientes, por ello, es importante tener en cuenta qué otros ingredientes contienen, ya que sí podrían tener una buena cantidad de ciertos minerales o vitaminas; no obstante, poseen otros aditivos alimentarios que pueden desencadenar una malnutrición, en especial, un exceso de peso. Por esta razón, es primordial revisar la información nutricional del producto y no dejarnos engañar por el hecho de que digan que están fortificados en hierro o calcio, precisó Karen Vélasquez Pérez.

¿Cómo podemos evitar el déficit de los micronutrientes en los niños?

Generalmente, los niños suelen presentar un mayor déficit en micronutrientes, como el hierro, el calcio, la vitamina D, la vitamina A y el zinc. Por ello, Velásquez aseguró que, estas carencias se pueden aplacar con una variedad de alimentos ricos es estas vitaminas y minerales.

Micronutrientes más comunes
Hierro: Tiene un rol importante en el sistema inmunológico y en el desarrollo intelectual. Alimentos ricos en hierro: la sangrecita de pollo, la carne de res, las vísceras, el pollo, el pescado, el huevo y las menestras (acompañadas de un alimento con vitamina C o un cítrico, como la naranjada, la limonada o una ensalada de verduras con limón).
Calcio: Es importante para el crecimiento de la masa ósea. Principalmente, podemos encontrarlo en los alimentos lácteos y sus derivados (leche, queso y yogurt), vegetales, como el brócoli y la espinaca, el huevo, las almendras y en algunos alimentos fortificados con calcio.
Vitamina D: Esta ayuda a fijar el calcio. La principal fuente de esta vitamina es la luz solar, pero también podemos obtenerla en los pescados (la trucha, el salmón, el atún y la caballa), el hígado de res, la yema del huevo y el queso.
Vitamina A: Interviene en la producción de glóbulos rojos y en la función del sistema inmunológico. La zanahoria, el brócoli, la espinaca, la papaya, el melón, los lácteos, el huevo y el hígado de res son una buena fuente de esta vitamina.
Zinc: Esencial para el desarrollo y la cicatrización de heridas. Este mineral podemos encontrarlo en los alimentos de origen animal, como las carnes rojas, las aves, los lácteos y los cereales.

Por último, la nutricionista recalcó que, es importantísimo que los niños lleven una correcta alimentación; sobre todo, a una edad temprana- desde los 6 meses- de lo contrario, pueden tener un déficit de vitaminas y minerales. Por consiguiente, es fundamental que los padres se asesores bien para saber qué tipo de alimentos requieren y en qué cantidades para así lograr una adecuada nutrición.

“Muchas veces, los padres para contrarrestar el déficit optan por suplementos en jarabes y pastillas; no obstante, deben comprender que, con el consumo de alimentos naturales que propician una alimentación balanceada es suficiente para prevenir posibles carencias”.

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