Hospital del Empleado cumple 60 años de creación - 2
Hospital del Empleado cumple 60 años de creación - 2
Carlos Batalla

Un día antes, el 23 de julio de 1956, se había inaugurado el Hospital Militar, entre la avenida Brasil y Pershing,  con 964 camas implementadas. A la ceremonia, como hacía una semana ocurrió en el local del Ministerio de Educación en el centro de Lima, el aún presidente de la República Manuel A. Odría no asistió. Mandó de nuevo a un ministro en su representación, en este caso al ministro de Guerra.

El martes 24 de julio de 1956, a las 10 y 30 de la mañana, se abrió al público lo que se llamó entonces “Hospital Central del Empleado” (u “Hospital del Seguro Social del Empleado”). Si bien el general Odría no estuvo en la apertura, fue él quien fundó el Seguro Social del Empleado y fue el propulsor de la construcción del gran hospital en Jesús María. 

Bajo la atenta mirada de los arquitectos Fernando Correa Miller y Alfredo Baertl Montori, el moderno nosocomio comenzó a trabajar con 722 camas para medicina y cirugía (de las cuales 350 estuvieron en cuartos de una cama; y 150 en cuartos de dos camas); en cada uno de los casos con baño propio. De ese total, 528 camas serían para el área de maternidad.



Las autoridades médicas señalaron entonces que el nuevo Hospital del Empleado, con una estructura de concreto armado, tenía una capacidad máxima de 1.256 camas (sin modificación de sus servicios). Los voceros del gobierno indicaron en sus avisos oficiales que este era el “quinto hospital del mundo, por su capacidad y lo completo de sus servicios”. 

El inmueble tenía 12 pisos de servicios médicos, además de un piso adicional para el alojamiento de médicos, y dos pisos más para equipos de infraestructura y logística; es decir, 15 pisos en total. Asimismo, empezó a funcionar con15 ascensores y 12 montacargas. Era, sin lugar a dudas, un centro hospitalario moderno, dinámico y abarcador, en el sentido de que garantizaba un oportuno servicio a los empleados del país.

Un megahospital en Lima
 
El área total de la inmensa obra fue de 127 mil metros cuadrados. Las autoridades calculaban que ese espacio correspondía a una extensión de una avenida de 15 cuadras de 100 metros cada una, con edificios de tres pisos y 14 metros de fondo, a ambos lados de la acera. Más que un barrio, era una urbe médica. 

Ubicado entre las avenidas Felipe Santiago Salaverry y Domingo Cueto (luego se ampliaría hasta colindar con la avenida Arenales), el día de su apertura se escucharon las notas del Himno Nacional, interpretadas por la banda de músicos de la Escuela Nacional de Policía. Como en el local del Ministerio de Educación, una semana antes, también estuvo presente el Arzobispo de Lima, Juan Landázuri Ricketts, quien dio la bendición al local. 



Las palabras más emocionadas fueron las del ministro de Salud Pública y Asistencia Social, doctor Alberto López, quien luego invitó a todos los asistentes a inspeccionar la zona médica y administrativa del nuevo local de salud. La caminata duró cerca de tres horas, pues todos quisieron conocer la monumental infraestructura que utilizó 7 mil toneladas de fierro y unos 800 mil sacos de cemento. 

La parte central y vital del nosocomio, cuyo primer director fue el doctor Guillermo Kaelin de la Fuente (1910-1992), abarcaba las áreas de hospitalización, maternidad y cirugía; a lo que se añadían consultorios, zonas de emergencia, un pabellón de personal, así como auditorios y oficinas e incluso velatorios, comedores y talleres. Se trataba de una ciudad dentro de otra ciudad. 

En 1975, el nosocomio tomó el nombre de “Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins” que mantiene hasta hoy en día.

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