El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) sancionó el año pasado a 265 centros educativos particulares por infringir los derechos de los padres de familia y los propios escolares.
Indecopi explicó a El Comercio las reglas que más infringen los colegios.
Especificaciones en marcas
En defensa de la libertad de elección de los consumidores, los colegios están prohibidos de especificar marca alguna para los útiles de los niños. Sí pueden sugerirla, pero no exigirla. Se busca una competencia libre entre proveedores que se traduzca en productos de mayor calidad y precios competitivos.
Costos y planeamiento
Según Indecopi, la mayor infracción fue la de no informar a los padres de familia sobre los costos que se les cobraría por matrícula, pensiones y moras. Anahí Chávez, directora de la Autoridad Nacional de Protección del Consumidor de Indecopi, deja claro el error cometido: los colegios están obligados a informar por escrito sobre estos cobros al fin de cada año.
Esto, por supuesto, responde a la necesidad de planeamiento económico de los padres para cumplir la obligación de pagar por la educación de sus hijos. A pesar de que las reglas están claras, varios colegios son reincidentes en esta infracción, e incluso algunos han cobrado las pensiones por adelantado cuando estas deben ser pagadas solo a fin de cada mes.
Transparencia de información
Otra infracción recurrente es la falta de transparencia con la información. Es responsabilidad del colegio que la información sobre pagos, reglas y planes llegue a todos los padres de familia, sostiene Crisólogo Cáceres, presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec).
Los reincidentes en rojo
En el 2013, el Indecopi fiscalizó 632 colegios de Lima y en 112 de ellos comprobó las mismas faltas que se han encontrado en el 2014. Algunos centros educativos, incluso, han llegado a obtener 10 sanciones de distinto tipo. Como el costo social de cerrar actividades para los colegios reincidentes es muy alto, la sanción para estos sigue siendo económica. Según Anahí Chávez, los colegios reincidentes reciben una sanción mayor dependiendo de la infracción cometida nuevamente. Esta reincidencia es considerada un agravante y, en algunos casos, se impone una multa doble.
Sin embargo, para José Ramos Rojas, presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia (Apafa), las sanciones administrativas son “letra muerta”. Los responsables de los colegios multados una y otra vez, dice Ramos, solo pagan la multa, pero continúan en sus cargos sin asumir responsabilidades por las infracciones.