ANA BRICEÑO
El serbio Frederik Goran Stavric, asesinado de cinco balazos el domingo 6 de julio, lleva 21 días en una cámara de conservación de cadáveres en la morgue de Lima.
Su hermana, Zelja Stavric, abandonó el Perú hace pocos días, cansada de esperar a que le entregaran los restos y repatriarlos a su país.
El trámite no era sencillo. La morgue le pidió la resolución que anula la falsa identidad que Stavric tramitó en una oficina del Reniec de Otuzco: Nicola Bonavia Wong.
Además, necesitaba sus huellas digitales, que debían ser enviadas de Serbia. Hace tres días, esos papeleos terminaron, pero Zelja Stavric ya estaba muy lejos. Nunca declaró a la prensa, tampoco acudió a la citación que le hizo llegar la División de Homicidios de la Dirincri.
Sin embargo, la policía ya culminó la investigación del caso y determinó que Stavric formó parte de una organización internacional dedicada al narcotráfico junto con otros serbios, croatas e israelíes. Y fueron precisamente ellos quienes lo mandaron matar, pues se apropió de US$200 mil que les pertenecían.
“Le tendieron una trampa para que ese domingo 6 fuera al McDonald’s de Miraflores y ahí le dispararon”, refirió un agente a El Comercio. Luego de ello, todos, salvo uno, abandonaron el país. Este negó ser narcotraficante cuando fue interrogado por la policía.
Los policías especializados de la Dirección Antidrogas investigan cómo esta banda enviaba droga a Europa. La Administración para el Control de Drogas (DEA) también indaga por sus acciones delictivas en el Perú y en otros países.
Este Diario conoció que la policía de Colombia sabe que Stavric tenía una identidad falsa en ese país, desde donde enviaba droga a otras naciones.
Según la policía, esta organización se dedicaba al narcotráfico en el Perú desde el 2010.
ESPOSA DEL SERBIO HUYÓ
Dos días después del crimen de Stavric, su esposa, Olivera Crinnikc, y sus dos menores hijos huyeron a Holanda.
La mujer alquilaba un departamento en la urbanización Chacarilla del Estanque, en Surco. Era una costumbre de la pareja alquilar departamentos en Surco y Miraflores, donde eran frecuentados por compatriotas del fallecido.
La policía confirmó que el sicario boliviano Diego Rivera Landívar (28) y el peruano Roy Roger Oroche García (22) mataron a Stavric por encargo de la banda. Ninguno, sin embargo, ha sido capturado. Oroche compró por US$9 mil el carro que se usó para el crimen.
En la morgue esperan que los encargados de una funeraria se acerquen a retirar el cadáver del serbio, pues se supo que han sido autorizados por la hermana del extranjero para esa labor.