La piloto que ayudó a salvar vidas durante los huaicos
La piloto que ayudó a salvar vidas durante los huaicos
Redacción EC

Nací en Ica hace 33 años, pero vivo en Lima desde el 2000. Estudié en los colegios Arbulu y Peruano Canadiense. Tengo 14 años en la PNP y doce como piloto de helicóptero. En mi tiempo libre me gusta correr o nadar con mi hija de 4 años.

La misión de ayuda que la policía ha desarrollado en el sur de Lima por los desastres naturales hacía que una gran cantidad de helicópteros aterrizaran y despegaran de la base de la Dirección de Aviación Policial (Diravpol) en el Callao. En medio del ajetreo, entre mecánicos que revisaban los motores de las naves y técnicos que remolcaban otras hacia los hangares, se abría paso la capitana Evelyn Antezana.

“Pertenezco desde el 2006 a la Diravpol. Uno llega acá después de varios cursos de capacitación. Ahora piloteo dos tipos de nave: un EC-145 y un UH1H2”, nos explica.

— Esas son las naves con las que apoyaron las labores de rescate durante la emergencia, ¿participó de estas misiones?
Sí. En estas semanas fui a Cañete y Santa Cruz del Valle, estuvimos evacuando y llevando víveres a personas aisladas. Además, actualmente la Diravpol tiene un convenio con la oficina de asuntos antinarcóticos y aplicación de la ley del Departamento de Estado de EE.UU. Durante las emergencias se destinaron 10 helicópteros UH1H2 que son de propiedad del Gobierno Estadounidense para atender misiones de rescate y brindar asistencia a los afectados.

— ¿A cuántas personas han podido rescatar?
Hasta la fecha han sido más de 1.120 personas, incluyendo niños, mujeres embarazadas y ancianos. Además, hemos colaborado con la evacuación de más de 780 damnificados de las zonas de emergencia. En cuanto a víveres, agua y medicinas, hemos trasladado más de 70 mil toneladas a zonas aisladas.

— Durante la última situación de emergencia se ha resaltado la labor de la policía y las Fuerzas Armadas...
Creo que con todo lo ocurrido la PNP ha demostrado su ímpetu de servir a la sociedad. Más de uno ha ejecutado tareas que van más allá de lo que le corresponde. Eso se ha visto por todos los medios de comunicación, pero el policía no lo hace con el fin de lucirse, sino de atender a las personas que necesitan de su apoyo.

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— ¿Usted cuándo decidió que quería ser policía?
Terminando el colegio. Sentía que era una labor que iba de la mano con la ciudadanía, con la sociedad, donde se ayuda, que está en constante alerta. Soy la primera mujer policía en mi familia, pero tengo hermanos que también decidieron entrar.

— ¿Ser mujer no lo hizo más difícil?
No, creo que actualmente ese temor se ha superado.

— Nunca la subestimaron entonces...
No. Y creo que eso habla muy bien de cómo está actualmente la institución.

— ¿Cómo llegó a ser piloto?
Uno de los cursos de capacitación es el de piloto, el cual va a la par con la seguridad aérea. Me fascinó sobre todo porque el piloto debe tener mucha conciencia situacional. Es decir, ser consciente de lo que va a realizar en todo momento, en todos los sentidos. Nosotros trabajamos para que los vuelos sean seguros y que la misión termine como se nos ha encomendado.

— Un error en el aire puede ser mortal. ¿Ha estado cerca de fallar? 
Ha habido fallas, pero son las que aparecen en nuestras listas de posibilidades. Hay que recordar que es una máquina y puede fallar como cualquier vehículo, la diferencia es que está en el aire. Por eso es importante tener conciencia de lo que vamos a realizar y seguir los procedimientos establecidos. 

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— ¿No hay nervios o miedo en esos momentos?
Nervios, no. Una vez que entras a esta área debes saber controlar todas tus emociones. Si nos pusiéramos nerviosos en el aire, imagínate cómo manejaríamos una situación con pasajeros, sería imposible. En todo momento debemos tener los sentidos bien ubicados. Para ser piloto hay que tener nervios de acero, o al menos eso dicen.

— Debe ser una percepción muy distinta la que se tiene de Lima desde arriba...
En realidad sí. Tenemos muy poco tráfico aéreo y todo es coordinado por las torres y otras aeronaves. Desde allá vemos todo el tráfico que hay en las calles [risas]. Pero lo más importante es que en situaciones como la que vivimos hace unos días, con desbordes y huaicos, te da una oportunidad de atender mucho mejor la emergencia.

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