(El Comercio)
Extintores
Redacción EC

Dos locales donde se recargaban extintores con sustancias de dudosa procedencia, además de venderse certificaciones de vencimiento falsas para este tipo de dispositivos, fueron clausurados por la luego de un trabajo de inteligencia que permitió comprobar que por unos pocos soles malos comerciantes tramitaban esta certificación.

En el primer caso, se intervino un taller ubicado al interior de la galería 948 de la Av. Emancipación; allí, en una explanada al aire libre, los extintores eran recargados con un simple embudo, usándose supuestos polvos químicos, los mismos que se encontraron en sacos sin almacenar junto a unos 25 extintores de todos los tamaños.

“De acuerdo a las normas, estos polvos deben encontrarse en un ambiente sin humedad, no en estas condiciones, por tanto es probable que en un incendio uno quiera usar estos extintores y estos no funcionen, de modo que estamos estafando y engañando a las personas”, refirió Cristian Rosenthal, Gerente de Fiscalización de la comuna limeña.

Expresó que la Municipalidad de Lima lideró este operativo pues en sucesivos simulacros de incendio evaluados por la Gerencia de Defensa Civil en distintas galerías del Cercado de Lima, se ha comprobado que malos comerciantes recurren a estos negocios para recargar sus extintores con talco y hasta harina de pescado y así ahorrarse dinero.

El segundo fue el caso se registró en el stand 1069 del sótano de una galería ubicada en el numeral 430 del Jr. Cañete; allí, tras un paciente seguimiento de inteligencia, se captó en imágenes que su propietaria, Emilia Solis Torres, emitía certificados adhesivos para extintores y todo tipo de licencias falsas de saneamiento ambiental.

“Al extintor no se le sacaba el polvo ni lo revisaba, solo se le cambiaba el sello y te decían que ya estaba actualizado. ¿Cuánto costaba ese trámite?, 23 soles. Y el trámite de certificado de fumigación, 40 o 60 soles cuando en el mercado un documento de este tipo, previo trabajo, cuesta entre 250 y 300 soles”, lamentó.

Ambos locales fueron clausurados y a sus encargados se impondrá una multa de 4.050 soles (una UIT). En el primer caso, asimismo, el Municipio pedirá el apoyo de la Policía para identificar a los apoderados del taller dado que cuando se realizó la intervención, encargados y empleados del mismo huyeron del lugar dejando todo a disposición de la autoridad.

Todos los bienes incautados fueron trasladados a un depósito municipal de donde posteriormente serán remitidos a la Fiscalía para que la fiscal los use como elementos probatorios e inicie las acciones penales contra los conductores de los locales infractores.

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