El primer encuentro entre 'Kiki' (al centro) y D1 fue en el 2014, cuando los Ángeles D1 llegaron a su colegio en San Juan de Lurigancho para llevar a cabo el proyecto Liderar. (Foto: Elías Alfageme)
Malena Newton

Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo (léase: Soy la augusta emperatriz...) es el fastuoso nombre de nacimiento de Yma Sumac (bella flor), la heredera de Atahualpa que tiene entre sus propios descendientes a una talentosa bailarina de break dance.
Kiki Desirée es el nombre artístico de la bailarina Khiara Desirée Dominguez Chávarri (19), sobrina nieta de la ‘soprano alada’. Aunque nunca la conoció. Tampoco a su abuelo materno, Luis Chávarri, el tercero de siete hijos de entre los que Sumac fue la última. “De mi parte, solo hay admiración... Fue alguien que tuvo la garra de salir de abajo y llegar a lo más alto. ¡Hasta conseguir una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood!”, confiesa la joven, quien reparte sus días entre San Juan de Lurigancho (donde vive), D1, y el instituto donde estudia Marketing.

Gracias a esfuerzos como el de Masías, el auténtico punto de encuentro entre Yma Sumac y Kiki, hoy en día es una paradoja. Luego de ser una de los 40 seleccionados –entre más de 2, 000 aspirantes–, la joven cuenta con una beca completa para el Programa de Formación Integral (PFI) de Ángeles D1, que dura 3 años.
Hace 80 años, en cambio, una jovencita de Ichoacán pululaba por la Academia Nacional de Música Alcedo (hoy el Conservatorio Nacional), en busca de una beca que nunca consiguió. Así pues, no le quedó otra alternativa que comenzar a imitar el canto de los pajaritos...

La nota completa este sábado en Somos.

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