Es una de las grandes estrellas del cine mundial, pero no hay quien hable con él: Sean Connery está retirado y rechaza implacablemente todos los pedidos de entrevistas. Desde hace años, el escocés que se metió en la piel del agente secreto 007 vive alejado de los focos y el martes celebrará en la intimidad su cumpleaños 85.
Connery ni siquiera se pronunció cuando el pasado septiembre sus compatriotas votaron en referéndum si deseaban o no independizarse del resto de Reino Unido. Y eso que para este patriota nacido en Edimburgo no se trataba de un asunto menor, pues ya a comienzos de los años 90 se unió a las filas del Partido Nacional Escocés (SNP) y el título por el que se decantó para sus memorias tampoco deja lugar a dudas: "Ser escocés".
Según su hermano, el motivo de su silencio fueron sus problemas con Hacienda: como Connery no tributa en Reino Unido, sólo puede residir en el país un determinado número de días. Los escoceses, en cambio, especulan con que el actor podría estar demasiado enfermo, algo que el hermano de éste niega. De acuerdo con él, Sean Connery sólo está demasiado ocupado.
Connery encarnó al fraile franciscano Guillermo de Baskerville en “El nombre de la rosa” (1986), película basada en una clásica novela de Umberto Eco. (Foto: 20th Century Fox)
Thomas Sean Connery, a quien desde hace años precede el título de "Sir", nació en 1930 en un barrio obrero a las afueras de Edimburgo. De niño repartía leche para contribuir a los ingresos familiares, pero pronto su atractivo físico le abrió las puertas de la interpretación. Tras quedar tercero en el concurso de Mister Universo y dar sus primeros pasos en el teatro, a finales de los 50 dio el salto al cine. Y entonces, llegó James Bond.
Al servicio de su majestad, Connery rescató Inglaterra y el mundo en siete ocasiones, enfrentándose a villanos más o menos notables y seduciendo una serie de chicas Bond. Desde "Dr. No" (1962) a "Nunca digas nunca jamás" (1983), su agudeza escocesa, encantadora sonrisa y una buena dosis de ironía crearon un agente secreto con el que luego tendrían que medirse desde Roger Moore hasta Daniel Craig.
Por supuesto, tampoco pasó desapercibido su atractivo. Tenía casi 60 años cuando la revista "People" lo coronó como "el hombre más sexy del mundo". "Era brillante", Pierce Brosnan –otro memorable agente 007- en un reciente homenaje de la BBC. "¿Mi Bond favorito? Sean Connery, sin duda", afirmaba el director de "Star Wars" George Lucas. Y eso que, curiosamente, el creador del personaje, Ian Fleming, lo rechazó en un principio.
No obstante, Connery logró emanciparse de su alter ego: en 1988 fue distinguido con el Óscar por su papel de reparto en "Los intocables" y brilló interpretando al monje Guillermo de Baskerville en la adaptación del clásico de Umberto Eco "El nombre de la rosa", o como padre ficticio de Harrison Ford en "Indiana Jones y la última cruzada", por la que fue nominado a un Globo de Oro.
Uno de los papeles más recordados del actor escocés es el del padre de Harrison Ford en "Indiana Jones y la última cruzada" (1989). (Foto: United Artists)
A este hombre de expresivos ojos marrones tampoco le ha ido mal en el terreno privado. Desde hace cuatro décadas está casado con la francesa Micheline Roquebrune y tiene un hijo llamado Jason de un matrimonio anterior. En lugar de conceder entrevistas o seguir poniéndose ante las cámaras, el año pasado se entretuvo jugando al golf en las Bahamas.
A lo largo de los años tuvo también que someterse a varias operaciones y, que se sepa, superó al menos un cáncer. Cómo está ahora su salud es una incógnita, sencillamente porque el actor no se lo cuenta a nadie.
Pero pese a su intento de vivir alejado de la exposición pública, estos días vuelve a estar en boca de todos debido al inminente estreno de "Spectre", la nueva entrega de la saga Bond. En ella, Daniel Craig vuelve a enfundarse un smoking blanco como ya hiciera Connery, referente en todo lo relativo al 007.