FIL Lima: presentarán obras escogidas de Carlos Iván Degregori
José Silva

Si bien destacó en sus labores como antropólogo, investigador y catedrático, lo cierto es que (Lima, 1945-2011) se desempeñó en varios otros ámbitos a lo largo de su vida.

Fruto de trabajo surgieron un gran número de libros, ensayos, artículos periodísticos y, además, obras en calidad de editor, en las que el referido intelectual abordó distintos problemas que aquejan la sociedad a lo largo de las últimas cuatro décadas.

Con el objetivo de mantener vigente el legado de uno de sus más destacados miembros, el Instituto de Estudios Peruanos presentará este martes 26 de julio a las 6 p.m. en el auditorio Abraham Valdelomar de la Feria Internacional del Libro de Lima las “Obras escogidas de Carlos Iván Degregori”.

Se trata de una colección de 14 tomos (publicados progresivamente a lo largo de los últimos cinco años) seleccionados, revisados y editados por el propio Carlos Iván conjuntamente con Pablo Sandoval y José Carlos Agüero.  Precisamente este último visitó el stand de “El Comercio” en la FIL Lima 2016 para hablarnos brevemente sobre este compendio y, además, sobre el legado de Degregori.

-¿Cuál fue tu papel en la colección “Obras Escogidas de Carlos Iván Degregori”?

Soy uno de los dos editores académicos (junto a Pablo Sandoval). Han pasado cinco años desde que empezamos este trabajo. Lo empezamos junto a Carlos Iván antes de su muerte. Los 15 volúmenes de la colección fueron, en gran parte, definidos por él. Me refiero al orden y los nombres de cada libro.

-¿Por qué es importante para cualquier peruano leer los tomos de esta colección?

Por su enorme variedad y porque son tremendamente actuales. Carlos Iván no solo escribió sobre derechos humanos o sobre política. Quizás se lo recuerda más así, pero en realidad –y como verán en los 15 volúmenes—él escribió sobre antropología, educación, cambio cultural, la izquierda, la memoria, la Comisión de La Verdad, etc. Habló sobre su generación. Y lo hacía porque le interesaban estos procesos y le interesaba la vida real de la gente. Se involucraba en ello y fruto de su involucramiento era que sabía sobre todas estas cosas.

-Sé que es complicado pero, ¿podrías resumirme en solo una palabra el legado de Carlos Iván Degregori?

Conversar. Él siempre estuvo dispuesto a conversar.

-¿Cómo llegaste a conocerlo?

Como amigos. Yo no fui su alumno, Pablo Sandoval sí. Yo estaba investigando sobre la historia del "Diario de Marka” y él fue, entre otras cosas, periodista y miembro del consejo editorial del periódico hasta el año 85. Para reconstruir esa historia lo busqué un día, él fue muy amable y conversamos mucho. Ahí nos hicimos amigos.

-¿Recuerdas la última vez que viste a Carlos Iván?

Claro que sí. Estábamos trabajando en estas obras escogidas. Él estaba muy cansado pero finalmente logramos ponernos de acuerdo en qué cosas iban y qué otras no. Qué título ponerle a los volúmenes futuros. Lucía muy cansado aquella vez. Dos días después murió.

-¿Cuál fue el gran aporte de Carlos Iván a la antropología?

Él aportó no solo a la antropología, sino en algo mucho más importante: borrar las fronteras de las disciplinas. Él era antropólogo y amaba eso. Pero también hizo mucha historia. Escribió siempre con la mano caliente, incluso cosas de la prensa. Hizo política y coyuntura. Era un narrador, un poeta. Creo que ese fue un aporte importante vigente.

-A veces los títulos te dan cierta imagen de perfección ante la sociedad. Y uno de los libros de la colección muestra los inicios de Carlos Iván contados por él mismo con un tono muy personal. ¿Qué nos puedes decir sobre algún detalle que el público desconozca acerca de Degregori?

Ese libro que mencionas se llama “Aprendiendo a vivir se va la vida” y fue parte del proceso de elaboración de la colección. Él quería escribir una introducción para cada volumen pero no le alcanzó la fuerza. Entonces dijimos: ‘mejor hay que conversar y eso nos servirá para las introducciones’. Pero al final pensamos que todo tendría valor en sí mismo, por lo que (las entrevistas) se publicaron de forma íntegra. En dicho libro él no hace solo una revisión personal de su trayectoria, sino también una evaluación muy dura, franca e inteligente de su generación. El '¿qué hicimos?' Pero también el 'si acaso lo que hicimos tiene valor para las nuevas generaciones'.

-Separándolo de fundadores como por ejemplo José Matos Mar, Luis E. Valcárcel o Sebastián Salazar Bondy, Carlos Iván podría verse como uno de los intelectuales más contemporáneos del IEP. ¿Cuál fue el legado que este les dejó a los investigadores más jóvenes que hoy se forman en la institución?

El no olvidar que la investigación y la aproximación a la realidad son un compromiso. Que no se trata solo de la aplicación de técnicas o de andar midiendo el mundo nada más. El IEP es consciente de que para pensar las cosas hay que comprenderlas, hay que involucrarse en los procesos y no pensar tan separadamente de la gente.

-¿Por qué Carlos Iván no asumió nunca como autoridad estatal?

Él siempre tuvo participación política, pero el único rol de ese tipo, si es que lo quieres ver de ese modo, es cuando integró la Comisión de la Verdad y Reconciliación, y fue nombrado por el presidente de la República.

-¿En cuál de los tomos podemos encontrar sus reflexiones sobre ese trabajo?

En el primero, “Qué difícil es ser Dios”. Además de recoger sus textos clásicos sobre el tema hay una reflexión de último momento que él hace sobre la CVR.

-¿Alguna reflexión final sobre las “Obras escogidas de Carlos Iván Degregori” que presentarán este martes?

Espero que la gente se aproxime a ellas con mucha curiosidad. Carlos Iván no es un personaje para estar en un anaquel y anquilosado, sino (alguien) que sigue hablando (en los libros) con mucha vitalidad y sobre preguntas muy vigentes. Por ejemplo, en el último tomo (“Guerra de mudos”), hay cosas muy actuales, como una entrevista que Carlos Iván le hace a Alfonso Barrantes y le dice 'Doctor, usted se va a reunir con el presidente Belaunde. Esto nunca ha pasado antes en nuestra historia, que la izquierda se reúna con el presidente. ¿Qué significa esto?’. Esta incertidumbre es casi la misma que existe hoy cuando uno se pregunta ¿qué cosa tiene que conversar Verónika Mendoza con PPK? Y la respuesta de Barrantes fue ‘Tenemos que conversar. No estaremos de acuerdo en todo, son nuestros rivales, pero compartimos el mundo’.

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