Con la publicación de su mítica novela Trainspotting en 1993 (convertida en la superexitosa película del mismo nombre), Irvine Welsh (Escocia, 1958) alcanzó la categoría de escritor de culto, especialmente luego de que la crítica lo acusara de herir la susceptibilidad de los lectores al describir de manera explícita escenas de consumo de drogas.
La novela, que cuenta la historia de un grupo de jóvenes sobrevivientes de su entorno disfuncional, convirtió en estrellas a los hasta entonces casi desconocidos Ewan McGregor, Jonny Lee Miller y Robert Carlyle, sus protagonistas.
En la entrevista que dio en exclusiva para Somos, Welsh –quien será uno de los invitados estelares en el Hay Festival que se realizará en Arequipa del 5 al 8 de diciembre- habla de su más reciente entrega, Decent Ride, uno de cuyos temas centrales es el modo en que los hombres se relacionan con las mujeres. Aquí parte de la conversación:
Usted describe al protagonista como un feminista, a pesar de su comportamiento sexista. ¿No es extraño?
En realidad, creo que ‘Juice’ Terry quiere ser una mujer, al menos en cierto sentido. No me sorprendería que volviera en una próxima novela tras haberse hecho una operación de cambio de sexo.
¿Es esa una crítica a la masculinidad?
Yo creo que el futuro de la humanidad, en general, es un futuro femenino. El patriarcado ya ha tenido su oportunidad y es claro que ha fallado. Yo les prohibiría a los hombres entrar en política, por lo menos por dos o tres generaciones…
¿Sigue pensando que la materia central del drama es cómo nos jodemos la vida a nosotros mismos y que los hombres somos particularmente buenos en eso?
Sí, lo divertido de escribir acerca de los hombres es que viven tan engañados y son tan tontos... Es decir, en lo fundamental, las mujeres están locas y los tipos somos unos idiotas.
Lea la entrevista completa en la edición de hoy de la revista Somos.