Osvaldo Cattone repasa su libreto con el director Juan Carlos Fisher (de camisa) y parte del elenco: Monserrat Brugué y Óscar López Arias. También actúan Wendy Vásquez, Rómulo Assereto y Michella Chale. (Foto: Elías Alfageme)
Osvaldo Cattone repasa su libreto con el director Juan Carlos Fisher (de camisa) y parte del elenco: Monserrat Brugué y Óscar López Arias. También actúan Wendy Vásquez, Rómulo Assereto y Michella Chale. (Foto: Elías Alfageme)

Hay un nuevo proyecto que viene llenando de energía - más - al actor y director argentino Osvaldo Cattone. Se trata de la obra “El Padre”, en la que interpreta a un hombre mayor inteligente, culto, y seductor, que empieza a perder la lucidez debido al Alzheimer. Es tal la riqueza y la complejidad del papel, que el señor de las tablas en el Perú ha decidido alejarse momentáneamente del Marsano, su teatro y búnker por 42 años, para mudarse a la sala de La Plaza de Larcomar, a partir del 29 de junio. Sobre este nuevo reto, el incidente con el congresista aprista Mauricio Mulder y la vida a los 84 años, habló con Somos.

“El personaje es hermoso y me pertenece porque tiene mi mundo. No hay muchos así para viejos como yo. Y la obra es extraordinaria. Es un thriller, hay drama y también comedia. Tenía miedo de aceptar porque me he autodirigido por décadas. Estaba acostumbrado a hacer lo que quería, lo que sentía. Pero la propuesta del director Juan Carlos Fisher me convenció. A un mes de comenzados los ensayos puedo decir que estoy feliz. Enamorado de él y del elenco. De su profesionalismo y respeto”, detalla el argentino radicado en Lima hace 45 años. Pese a ello, considera que esta es quizá la última vez que actúe. “La memoria no es tan elástica como antes. Cuando tengo la letra, la tengo, pero me cuesta aprenderla”.

El actor, director y productor confiesa a su vez que nunca salió del Marsano porque no se le ofreció algo que sintiera que él merecía. En ese teatro ha estado a la cabeza de 124 puestas en escena. “En todo este tiempo he tenido éxitos y fracasos. Con “Annie” (1987) me compré un departamento y con “Bernarda: odio, sexo y locura” (2014), tuve que vender otro. Así es esta pasión. Lo cierto es que el Marsano terminó fijándome una ruta. Yo no he hecho el teatro que solo me hubiese gustado. Hay planillas que pagar. Allí siempre funcionan las comedias. ‘El Padre’ en el Marsano no hubiese funcionado porque es muy grande. La Plaza es un sitio más íntimo, se orienta a otra temática, a otro público. En ambos casos buenos, ninguno malo. Solo distintos”, explica. La Plaza, como se sabe, es un espacio conocido por producir y presentar obras que tratan temas de los que no se habla con facilidad como la unión civil, el racismo, la condición del Asperger o, ahora, el Alzheimer.

“¿Mulder ha dicho que va a ir a ver ‘El Padre’? Y qué bien. Si va saldré a saludarlo, cómo no. También le daré un abrazo. Yo ya tengo 84 años y me voy a ir pronto. Por eso quiero que cada momento de mi vida sea apacible, agradable”, apunta. Ello luego que el congresista aprista Mauricio Mulder se disculpase con él tras haberlo acusado de discriminar a adultos mayores en el Marsano. Pasó que, cuando el político fue a ver la puesta en escena “Piaf”, no halló entradas destinadas para tal condición. Después de tildar a Cattone de “fiasco” por vender localidades regulares muy caras, se enteraría que el argentino no tenía nada que ver con esa producción. Aclarado el tema, vea a Cattone invitar a Mulder a sus próximas funciones en el video publicado bajo estas líneas.

Si quiere leer más sobre sus mensajes de Whatsapp con Susana Giménez, el ovni que vio y lo marcó, Chabuca Granda y su vida junto a sus animales en Villa, no se pierda la edición impresa de Somos este sábado. 

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