Para llegar a un lugar en específico, las personas caminan. Es una forma ideal para ejercitar las piernas. Sin embargo, hay quienes tienen la costumbre de acelerar el paso más rápido. Quizás consideres que es para vencer al tiempo, pero en realidad este hábito tiene un significado para la psicología. ¿De qué trata realmente? En este artículo, te brindaré los detalles basándome en perspectivas profesionales.
Es probable que tú tengas este hábito o hayas notado en alguien que suele caminar como si estuviera llegando tarde a una cita o un evento importante, cuando en realidad no es así. Esta peculiaridad no se trata de una simple costumbre o habilidad “sorprendente”, sino un rasgo que revela algo más profundo.
Antes de adentrarnos en lo que la psicología revela sobre esta acción, es importante destacar un beneficio clave para tu salud. Dos artículos de las revistas JAMA Internal Medicine y JAMA Neurology concluyeron que, si caminas a paso ligero durante unos 30 minutos al día, reduces el riesgo de que sufras enfermedades cardíacas, cáncer o demencia.
Caminar es una excelente manera para reducir la presencia de enfermedades cardiovasculares. (Crédito: Freepik)
¿Por qué una persona camina rápido, según la psicología?
En una entrevista otorgada al medio CuerpoMente, la psicóloga Leticia Martín Enjuto sostiene que caminar rápido refleja directamente cómo una persona procesa sus emociones y se moviliza por el mundo.
- Presenta una habilidad activa y orientada a metas
Para la profesional de salud mental, considera que estas personas siempre cuentan con un plan en mente, se enfocan en avanzar de forma eficiente y, sobre todo, no les gusta perder el tiempo.
- Son sociables y decididos
Martín Enjuto describe a hombres y mujeres que dan pasos rápidos por las calles como proactivos, inconformistas, se adaptan a los cambios, toman decisiones con rapidez y presentan una personalidad extrovertida.
Si acostumbras a caminar con rapidez, es una clara señal de que eres una persona sociable. (Crédito: Freepik)
- Suelen ser impacientes
La psicóloga también asegura que este hábito tiene relación con la falta de tolerancia a la lentitud. No permiten que alguien se demore más de lo normal. Añade que estas personas viven bajo mucha presión y no se mantienen relajadas.
- Intentan reducir el estrés
También afirma que una persona acostumbrada al ritmo acelerado está tratando de canalizar el estrés o la ansiedad que siente. Es más, busca evitar los pensamientos negativos presentes en su mente.
Según la psicóloga, las personas que caminar rápido intentan evitar sus pensamientos negativos. (Crédito: Freepik)
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¿Existe una relación entre caminar rápido y la productividad?
Sí. Aquellas personas que caminan con rapidez tienen una mente activa y planifican de manera constante, pues desean avanzar hacia sus objetivos y aprovechan cada minuto de su día. Miden su valor por la productividad.
