“Está tan solo Neymar en el campo que después de la eliminación contra Bélgica no lo consoló nadie. Está tan solo Neymar que ni siquiera encuentra fuerzas para seguir jugando”. (Foto: AP)
“Está tan solo Neymar en el campo que después de la eliminación contra Bélgica no lo consoló nadie. Está tan solo Neymar que ni siquiera encuentra fuerzas para seguir jugando”. (Foto: AP)
Arturo León

Para , él siempre estuvo primero que todo. En Santos, de jovencito, realizó una catarata de jugadas individuales extraordinarias. Era tan bueno que no necesitaba ser un futbolista asociativo. El colectivo le interesaba poco. Le alcanzaba con gambetear, hacer fintas y goles espectaculares. Logró lo que no pudo Cristiano en el Manchester: ser individualista y trascendente en el juego al mismo tiempo. El portugués, haciendo memoria de su primera etapa, corría, dribleaba, pero no terminaba las jugadas. Eso fue al principio, luego maduró como jugador.


Cuatro temporadas en el Barcelona le sirvieron a Neymar para dos cosas: ser menos egoísta (hizo casi la misma cantidad de asistencias –60– que en Santos –65– en 40 partidos menos) y darse cuenta de que ese no era su lugar. Más de una persona cercana al brasileño filtró a la prensa que el verdadero motivo de su fichaje por el PSG –el más caro de la historia del fútbol– fue porque no quería estar a la sombra de Messi. Se alejó del mejor del mundo y de los títulos más importantes (Champions, por ejemplo) para que los focos se centrarán en él. De nuevo, él siempre primero. Hasta los penales se los quitó a Cavani una vez aterrizado en París.


Está tan solo Neymar en el campo que después de la eliminación contra Bélgica no lo consoló nadie. Está tan solo Neymar que ni siquiera encuentra fuerzas para seguir jugando, tal como publicó en Instagram. Con 26 años, ¿es esto normal? Julio Baptista, sin decirlo directamente, habla de un problema de madurez. Su reacción, cuando le contamos en la Plaza Roja lo que escribió el ‘10’ de Tite, es sorprendente. “¡Hombre, ¿fuerzas para seguir jugando?!”, exclamó. “Sí, eso escribió”, le confirmo.


“Yo no pienso así. Desilusiones tenemos todo el tiempo. Es muy difícil perder un Mundial. Pero la vida sigue. Hay que seguir adelante. Su vida no va a terminar por perder un Mundial. Él es un jugador joven y tiene mucho por delante, mucho por hacer. Tanto en su equipo como en la selección de Brasil. Espero que lo entienda así”, explicó el ex jugador de 36 años que solo estuvo 82 minutos en el Mundial de Sudáfrica 2010.


Es cierto también que Baptista nunca sintió la presión de Neymar. Eso es lo que piensan los hinchas brasileños más jóvenes y que quizá entiendan mejor lo que pasa por la mente del jugador del PSG. “Había mucha expectativa con Brasil y Neymar, sobre todo. Creo que hubo mucha presión sobre él, incluso él mismo declaró que era posible ganar el Mundial. Fue una gran decepción. Con lo que escribió demuestra que está muy afectado psicológicamente y se entiende”, señala Bevi Matías, de 22 años, hincha que llegó a Rusia desde la pequeña ciudad de Campina Grande para los cuartos de final con la esperanza de ver al Scratch en la gran final. Los adultos de Brasil piensan diferente. Pedro Crispín, de 40 años, califica a Neymar de “ridículo”.


–Hora de cambiar–

Pese a ser el jugador con más remates a puerta en lo que va del Mundial (13), Neymar no estaba físicamente al 100%. El periodista español Diego Torres de “El País” tiene una explicación al respecto. “En los tres meses previos a la concentración mundialista con su selección, se recluyó en su mansión de Mangaratiba. Lo envolvió una atmósfera ‘adolescencial’, lúdica, de amigos aduladores. Los médicos del PSG dicen que no hizo absolutamente nada para ponerse en forma”. Fue incomprensible desde todo punto de vista.


Del Mundial, Neymar no se llevará ni un premio, pero los memes sobre sus caídas y piscinazos quedarán para el recuerdo. Menos lujos, menos shows y pensar más en el equipo es quizá lo que necesita el crack brasileño. “Tiene que madurar, creo que mucho. Tiene que hacerlo ahora. Neymar no está listo para ser lo que todos esperan de él. Él necesita mejorar el lado psicológico para que pueda rendir en el campo y demostrar de lo que es capaz”, me dice Julia Guimaraes de globoesporte.com en el Media Center de Luzhniki.


“Tuvo presencia en el juego y fue preocupante todo el tiempo para los rivales. Pero también se marcha como el futbolista al que le contabilizaron más de 14 minutos de permanencia tirado en el suelo. Ya la cuenta sola ofende”, agrega Marcelo Gantman de “La Nación” de Argentina.


En vez de buscar fuerzas para seguir jugando al fútbol –cuando ni siquiera ha conseguido algo grande en el ámbito de selecciones– Neymar debería hacer un real trabajo de introspección. Eso lo debe hacer solo, como siempre le gustó.

Contenido sugerido

Contenido GEC