Paolo Guerrero, fue recibido el martes por cientos de simpatizantes en Lima y criticó a su federación por seguir concentrando al plantel en el hotel donde, según afirma, ingirió una sustancia por la que dio positivo en un control antidopaje.
Guerrero llegó desde Brasil, donde juega en el Flamengo, un día después de que el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) extendiera de seis a 14 meses una suspensión por dopaje, la cual cayó como una balde de agua fría en el país que clasificó al Mundial después de 36 años de ausencia.
A su llegada, el delantero se quejó de que la Federación Peruana de Fútbol siga concentrando a la selección en el Swissotel de Lima, donde Guerrero afirma que se contaminó con la sustancia prohibida al ingerir una infusión antes de viajar para un partido con Argentina en octubre por la eliminatoria.
Los integrantes de la selección peruana concentran en el Swissotel, un hotel de cinco estrellas de la cadena AccorHotels. Representantes del hotel no brindaron de inmediato comentarios al ser consultados sobre este tema por Reuters.
"Es un día triste, estoy aquí para mostrar la cara, ya que se especulaban muchas cosas, de muchas personas", dijo Guerrero, en medio de cánticos y palabras de apoyo de simpatizantes que lo recibieron con carteles y banderas.
En la primera fase del Mundial, que comienza el 14 de junio, la selección peruana enfrentará a Francia, Dinamarca y Australia en el Grupo C.
Guerrero reiteró que evalúa con sus abogados qué acciones legales tomar frente a la sanción, la cual fue calificada más temprano de injusta y desproporcionada por el sindicato mundial de futbolistas FIFPro.