AquiNoSeRindeNadie, la clave para Wi-Fi gratis en Cuba

Una pequeña puerta da acceso al Kcho Estudio Romerillo laboratorio para el arte. A la derecha, un gran patio cementado y sin lujos. Al fondo, unos galpones.

Desde afuera, los muros pintados de azul y blanco se imponen a quienes se acercan al recinto atraídos por la noticia amplificada por el boca a boca de que allí hay internet inalámbrico gratis.

Unos carteles informan que el usuario es “invitado” y la contraseña “aquinoserindenadie”.

La clave reivindica la militancia comunista de su propietario, el artista plástico Alexis Leyva Machado, también conocido como ‘Kcho’. Fidel Castro lo tiene entre sus amigos y por eso se presentó el 8 de enero del 2014 a la inauguración de su centro cultural. Fue su último acto público.

El espectro de usuarios es amplio y los empleados del estudio se identifican por una camiseta negra, la misma que lleva ‘Kcho’, uno de los artistas isleños con mayor reconocimiento internacional.

Cerca de 50 personas se acomodan en sillones de mimbre, banquillos o incluso en el suelo. Una enorme carpa blanca provee sombra bajo el sol ardiente de las 4 de la tarde. Pero pese a estar al aire libre no se escucha nada. Hay silencio, como en una biblioteca.

‘Kcho’ cuenta que una joven encontró a un pariente del que no sabía en más de 10 años, gracias a su empecinado rastreo de varios días entre amigos y conocidos de Facebook.

La primera vez es una experiencia única para todos. Yoandri recuerda para El Tiempo que un amigo le contó y la acompañó. “Entré con miedo. Tenía el teléfono escondido. Pensaba: Si me ven, me van a regañar y me van a sacar de aquí. Esto no puede ser gratis, tienen que cobrar. Eso fue hace un par de meses, cuando comenzó la cobertura. Desde entonces vengo de cuatro a seis horas diarias. Por ejemplo, el fin de semana pasado vine a las 11 de la noche y me fui a las 4 de la madrugada”.

Pero otros, llegan desde barrios como Arroyo Naranjo o pueblos como Caimito, a casi 30 kilómetros de La Habana.

Para Emanuel Pérez es su primer día. Es chofer de una iglesia y está sentado al lado de su hijo, también Emanuel, convertido en su maestro para navegar por la web.

Hace un año el servicio se ofrecía en tres computadoras ubicadas en la biblioteca, pero se fue quedando pequeño por la creciente demanda, a medida que la gente se fue enterando.

‘Kcho’ se movió y consiguió el apoyo de las autoridades para la conexión gratuita, argumentó que el servicio es una manera de “educar” a la gente para el uso racional de internet.

El artista vive contento entre los usuarios. Es sencillo, afable y da consejos a los jóvenes sobre cómo navegar rápidamente.

A preguntas de El Tiempo, Leyva dice que el servicio es suministrado por la compañía de telecomunicaciones Etecsa. Lo paga él.

No dice cuánto paga al mes y si tiene algún trato especial. Asegura que “es caro”, pero no le importa porque “más se gastó la revolución en mi educación”.

La militancia de Leyva es manifiesta y la expone con orgullo. Está convencido de que hay que apostar por la educación. A poco tiempo de abrir el taller comenzaron a mejorar la zona. Entre todos los vecinos del sector limpiaron y arreglaron las calles. Ahí queda un parque con zona de juegos para niños.

Asegura que le decían que estaba loco, que se lo iban a robar todo, pero no ha sido así. “Hay que educar a la gente. Cuando ven las cosas bonitas y el arte, se preocupan de mantenerlo”, explica.

Desde luego, el centro cultural Romerillo está impecable. Ni un papel en el suelo. Y eso que hay una pequeña cafetería que ofrece café, pan con tortilla a precios bajos en moneda nacional. Una máquina dispensadora ofrece otros productos, incluso cerveza, en divisas. ‘Kcho’ está satisfecho de su empeño y de los resultados: “tengo algo que es grande, es poderoso. Lo puedo compartir y lo hago”, concluye.

Fuente: El Tiempo/GDA