Las camisetas de fútbol prohibidas por el Estado Islámico

En una polémica iniciativa para evitar la "idolatría", los clérigos del grupo terrorista Estado Islámico (EI) emitieron un decreto en el que prohíben que sus milicianos o las personas que residen en las fronteras del autodenominado califato utilicen camisetas de fútbol de los equipos o cracks internacionales.

La desobediencia implica un castigo de hasta 80 latigazos en un lugar público. El grupo extremista ha comenzado a repartir folletos en su "capital", Raqqa, en el norte de Siria, advirtiendo a la gente sobre la represión.

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Las directivas del Estado Islámico incluyen menciones a Lionel Messi, Barcelona, Real Madrid y Milan.

"El Estado Islámico prohibió las camisetas de fútbol y los ciudadanos se enfrentan a 80 latigazos como sanción", tituló el diario británico Daily Mirror, que dio a conocer el aviso, filtrado por EMRI Jihad y Terrorism Threat Monitor (JTTM), que examinan y monitorean el terrorismo islámico.

Camisetas de Estados Unidos, Francia, Real Madrid, Alemania, Milan, Inglaterra, Barcelona, la 19 de Lionel Messi y todas las de las firmas Adidas y Nike, que incluyen a los equipos argentinos River y Boca, fueron prohibidas en principio en la región iraquí de Al-Furat, cercana al aeropuerto de Bagdad.

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La norma se extiende a otros deportes en los que las multinacionales tienen presencia: del básquetbol al atletismo, pasando por el handball o el tenis.

"En el pasado, los religiosos del Estado Islámico habían prohibido cualquier tipo de vestimenta que llevara la cruz de San Jorge o las banderas de Estados Unidos, Francia y Alemania", le dijo al Mirror el experto en Medio Oriente Aymenn al-Tamimi, un profesor universitario.

"Las leyes son una muestra de que los líderes EI necesitan regular todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos", agregó.

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"Uno de los objetivos del Estado Islámico es presentar esta imagen de doctrina aprendida como una demostración de su conocimiento de la jurisprudencia islámica para justificar a sus seguidores por qué son la autoridad moral", dijo Al-Tamimi.

"Está claro que el Estado Islámico y sus clérigos y académicos están muy familiarizados con los textos religiosos y los utilizan para convencer y persuadir, al tiempo que los hace impermeables a cualquier contraargumento basado en la religión", concluyó el experto.

Fuente: La Nación, Argentina/GDA

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