Bogotá. El Gobierno colombiano y las FARC acordarán con "urgencia" el desminado de las zonas sembradas de explosivos y el fin del reclutamiento infantil con el propósito de reducir la intensidad del conflicto armado y dar paso al alto el fuego bilateral e indefinido.
Así lo reveló hoy el ministro consejero del Postconflicto y uno de los negociadores con la guerrilla, el general retirado de la Policía Nacional Óscar Naranjo.
En una rueda de prensa ofrecida en el Palacio de Nariño, sede de la Presidencia, Naranjo amplió así los distintos anuncios que ha realizado el presidente Juan Manuel Santos en los últimos días relacionados con los avances del proceso de paz.
En una alocución a la nación, Santos dijo anoche que había dado instrucciones a su equipo de negociadores para que enfoquen el diálogo con las FARC hacia un cese el fuego bilateral e indefinido y adelantó que mientras se logra el acuerdo final las partes están "procurando desescalar la intensidad del conflicto".
Naranjo matizó hoy que "el Gobierno ha sido enfático, ha sido claro, ha manifestado su interés para que se vayan tomando decisiones que le quiten fuerza a la capacidad de generar violencia en Colombia, y eso significa por ejemplo que deberíamos abocarnos de manera directa, muy comprometida y diría con carácter de urgencia y de emergencia, al tema de desmonte de los campos minados".
Junto a la eliminación de las minas antipersona, otras prioridades serán el fin del reclutamiento infantil y la búsqueda de personas "desaparecidas en el marco del conflicto", incluidos combatientes.
El propósito del Gobierno es "crear medidas que creen confianza en las partes para desescalar el conflicto", dijo Naranjo, quien sin embargo no detalló si las Fuerzas Militares reducirán sus acciones contra la guerrilla en el campo de batalla.
De hecho, Naranjo dejó claro que "no hay una orden expresa y directa de suspensión de los bombardeos".
También dejó entrever que el alto el fuego bilateral se podría pactar antes de un acuerdo definitivo con las FARC, pero se aplicaría sólo después de la firma final.
El Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negocian desde noviembre de 2012 en La Habana sobre una agenda de diálogo de cinco puntos, de los cuales se han alcanzado preacuerdos sobre los tres primeros.
El resto de los puntos se abordarán ahora de forma simultánea: víctimas y fin del conflicto armado, lo que incluye dejación de las armas por parte del grupo subversivo.
Tras el receso de Navidad se reanudarán los diálogos en La Habana el próximo 26 de enero, con el objetivo de lograr este año el anhelado acuerdo de paz en Colombia.
Fuente: EFE