El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente Michel Temer, rompió con la presidenta y se declaró "independiente", incluso respecto a un posible juicio político contra la mandataria.

La decisión, que supone un duro golpe político para Rousseff, fue tomada por unanimidad por la dirección nacional del PMDB, la mayor fuerza política del país, que ordenó además la entrega de todos los cargos que los afiliados a esa formación tienen en el Gobierno. 

Luego de conocerse la noticia la mandataria canceló el viaje que debía realizar este miércoles a Washington para participar en una cumbre de seguridad nuclear, a causa de la crisis en el seno de su coalición de gobierno.

Una primera señal de la ruptura se sintió la víspera con la renuncia del ministro de Turismo Henrique Alves, afiliado al PMDB, que argumentó que el diálogo "se agotó".

Otros seis ministros podrían seguir su ejemplo y acatar el llamado de Temer de abandonar los cargos antes del 12 de abril.

El PMDB es la mayor fuerza política del país con 69 diputados y 18 senadores, claves para Rousseff, que intenta contener un proceso de destitución en el Congreso por presunta manipulación de las cuentas públicas.

El gobierno batalla con una severa crisis, alimentada por los escándalos de corrupción de la estatal Petrobras y por una recesión económica de escala histórica.


Dilma Rousseff y Michel Temer cuando eran aliados. (Reuters)

Dilma Rousseff y Michel Temer. (Reuters)

-- Proceso de destitución --

El juicio político o impeachment avanza rápidamente y podría concluir hacia mediados de abril si la Cámara lo aprueba por una mayoría de dos tercios (342 de los 513 diputados) y luego el Senado por más de la mitad de sus 82 escaños.

Rousseff sería apartada en ese caso de su cargo por un período máximo de 180 días, hasta que la Cámara alta dé su veredicto final, esta vez por una mayoría de dos tercios.

Y si es destituida, Temer asumiría el poder hasta 2018 con un programa económico liberal, que contempla recortes del gasto público y la revisión de programas sociales y del sistema de pensiones.

Temer no asistirá a la reunión del directorio para no influir en el voto, pero antes habría llegado a un acuerdo sobre la salida del PMDB de la coalición con el presidente del Congreso Renan Calheiros, que era considerado el último hombre fuerte que Rousseff tenía en esta organización política. 

El último presidente que tuvo el partido fue Itamar Franco, que asumió precisamente tras la caída de Fernando Collor de Mello en 1992, cuando renunció poco antes de ser destituido por el Congreso.

Temer, un discreto abogado constitucionalista de 75 años, expresó a finales de 2015 su molestia con Rousseff por su "desconfianza" en el PMDB y se quejó de ser tratado como un "vicepresidente decorativo", que "perdió todo protagonismo político".

Y a principios de año, ratificó que el partido iría con candidato propio en las elecciones de 2018.

El PMDB no presenta un candidato a presidente desde 2006, concentrándose en formar alianzas, primero con el partido socialdemócrata PSDB, principal fuerza opositora, y después con el Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff y su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva.

Fuente: Agencias